Foto / BostonTechMom
Por: Gullermo Alvarado
Aunque maltrecho por la pandemia de covid-19, el curso escolar suele terminar en muchos países del mundo al inicio del verano boreal, entre julio y agosto, cuando abundan cursos, talleres y campamentos que en Estados Unidos sirven para aprender varias cosas, entre ellas espionaje.
Resulta ser que las Agencias Nacional de Seguridad y Central de Inteligencia, NSA y CIA, respectivamente, que no se dedican a la noble tarea de la pedagogía, aprovechan este período estival para ofrecer formación a jóvenes de todas las edades, que en el futuro podrían ser espías o piratas informáticos.
Así lo revela un interesante artículo del periodista, escritor y profesor universitario argentino Gustavo Veiga, publicado en el diario Página 12.
Para ello utilizan campamentos de verano diseminados en todo el territorio estadounidense, donde imparten cursos básicos de dos programas de seguridad cibernética denominados GenCyber y CyberPatriot.
El primero de ellos está a cargo de la NSA, con el patrocinio de entidades como la Fundación Nacional de Ciencias y otros socios federales que hacen jugosos aportes financieros anuales.
Una de las justificaciones es despertar el entusiasmo hacia la ciberseguridad en el llamado nivel “k-12”, o sea desde los 4 hasta los 12 años de edad.
Los mayores y los estudiantes universitarios reciben clases más avanzadas con el propósito de inclinar al mayor número de jóvenes a esta rama que, según la NSA, es vital para la seguridad del país a medida que depende aún más de la tecnología cibernética en todos los aspectos de la vida diaria.
CyberPatriot funciona de manera similar al anterior y está bajo el auspicio de la Asociación de la Fuerza Aérea, con dinero de la fundación Northrop Grumman, que pertenece a la corporación del mismo nombre, una de las más fuertes del Complejo Militar Industrial de Estados Unidos.
En estos campamentos solo pueden participar ciudadanos del país norteño que tengan residencia permanente en esa nación.
Las ofertas incluyen, nos cuenta Veiga, visitas al Centro de excelencia cibernético de Fort Gordon, donde funciona nada menos que el Cuerpo de Señales de los EEUU, la rama del ejército que se encarga de proporcionar y mantener sus sistemas de información y redes de comunicación.
La CIA mantiene un ojo vigilante sobre estas actividades y hay campamentos ubicados muy cerca de su sede central en Langley, Virginia.
El verano, pues, es temporada de siembra y cosecha de pichones de espías y hackers al servicio del sistema de inteligencia interior y exterior de la potencia norteña que, según reveló Edward Snowden, antiguo analista de la NSA, controla lo mismo a amigos que enemigos, sin distinción.