Por: Roberto Morejón
Venezuela incursiona en un nuevo diálogo con la oposición radical en momentos de preparativos de las elecciones regionales de noviembre, hacia cuyo objetivo apuntaron comicios primarios en el gobernante PSUV.
En medio de gran afluencia de votantes, el Partido Socialista Unido de Venezuela llevó a cabo las elecciones primarias abiertas, de las que emergieron aspirantes a gobernadores y se contabilizan los pretendientes a las alcaldías.
Fue un acto donde se puso a prueba la confianza de amplios sectores de la población en la principal agrupación política del país y, como se constató, muchos decidieron sufragar por quienes consideran poseen más méritos y capacidades.
La notable afluencia popular llamó la atención, pues el país sigue castigado por crueles sanciones estadounidenses, secundadas por la Unión Europea , con el consiguiente perjuicio a los niveles populares de vida.
La concurrencia a las urnas tuvo lugar bajo las líneas maestras del renovado Consejo Nacional Electoral, lo que junto a la convocatoria a los comicios regionales responde a acuerdos entre el gobierno y una parte de la oposición.
Ahora Venezuela se apresta a otra manifestación del diálogo, esta vez en México entre el gobierno encabezado por el Jefe de Estado Nicolás Maduro y los sectores más recalcitrantes de la oposición, con el titulado presidente encargado, Juan Guaidó.
La rama contestataria se presenta debilitada a las conversaciones por sus fracturas internas y el escaso seguimiento callejero del que llegó a presumir.
Sin disponer del control de la Asamblea Nacional ganado en 2015, los ultraradicales han dilapidado recursos arrebatados por Estados Unidos a Venezuela, además de presentarse ante la sociedad como los principales patrocinadores de las brutales sanciones.
Para el gobierno constitucional representa el diálogo en México una oportunidad con vistas a demandar nuevamente el fin de las coerciones de Washington y la devolución de recursos financieros inmovilizados en el exterior o trasferidos bochornosamente a Guaidó.
Apoyado por Noruega, el encuentro entre las partes enfrentadas en Venezuela atraerá la atención regional e incluso más allá, aunque sería poco realista augurar grandes avances, dada la obcecación de los enemigos de la paz interna.
El gobierno venezolano confirma su vocación democrática tanto al acudir a México como al organizar nuevos comicios.