Cuba Ahora
Por María Josefina Arce
La población mundial envejece a un ritmo acelerado. Organismos internacionales estiman que para 2050 una de cada seis personas en el planeta tendrá más de 65 años.
Un fenómeno al que no escapa Cuba. De acuerdo con el Ministerio de Salud Pública, en el 2020 se incrementó en el país el número de personas mayores de 60 años, al reportar que el 21,3% del registro demográfico nacional corresponde al grupo de la llamada tercera edad.
Villa Clara, La Habana y Santi-Spiritus son las tres provincias que evidencian un mayor envejecimiento en la Mayor de las Antillas.
Llegar a esas edades con bienestar y calidad de vida es por tanto, un objetivo de la sociedad cubana, que trabaja por priorizar las necesidades de este segmento poblacional, sin dejar de fomentar su inclusión en la vida socioeconómica y política del país.
Aunque la COVID 19 vino a cambiar la dinámica del mundo y del país y el recrudemiento del bloqueo norteamericano incrementó los obstáculos, no se detuvieron las acciones a favor de los adultos mayores. Incluso se abrieron dos nuevos hogares de ancianos, uno en Matanzas y otro en Pinar del Río, con lo que ya suman 157 en todo el territorio nacional.
En estos centros se adoptaron las medidas higiénico sanitarias requeridas, para reducir el impacto de la pandemia en este grupo etario de gran vulnerabilidad por presentar determinadas enfermedades crónicas.
Igualmente se abrieron nuevas Casas de los abuelos. Hoy el archipiélago cuenta con 300 de estas instalaciones, donde las personas mayores tienen garantizados servicios médicos, de enfermería y fisioterapia, además de participar en múltiples actividades físicas, recreativas y sociales.
Estas instituciones representan igualmente una tranquilidad para los familiares que por trabajar no podían brindar a estas personas durante el día la atención necesaria.
Sin embargo, la pandemia llevó a su cierre temporal, con el objetivo de impedir el contagio y la propagación de la dolencia. No obstante se mantuvo la alimentación para quienes la solicitaron.
Para proteger a este grupo etario también se le aplicó Biomodulina T, un medicamento cubano de probada eficacia, que prepara mejor al sistema inmunológico para hacer frente a la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
A lo largo de estas décadas las autoridades han puesto además en marcha otras iniciativas como la Cátedra del Adulto Mayor, que ha ayudado al envejecimiento activo y saludable.
Fundado hace 21 años este programa ha obtenido importantes resultados en materia de bienestar y calidad de vida.
Cuba cuenta además desde 1996 con el Programa Nacional de Atención Integral al Adulto Mayor, que tiene como finalidad garantizar una asistencia en salud ajustada a las necesidades de esas personas.
Estamos en la década del Envejecimiento Saludable y
Cuba apuesta por estimular y mantener la capacidad funcional de las personas de la tercera edad que tanto han aportado al desarrollo de la nación.