Bajo una nueva ley electoral, los hondureños irán a las urnas a elegir entre 15 candidatos al nuevo presidente de su país. Foto: CNN
Por María Josefina Arce (RHC)
A medida que se acorta el tiempo para las elecciones generales de noviembre próximo en Honduras, aumenta el temor de que se incremente la violencia en una nación con altos índices de insatisfacción ciudadana, casos de corrupción y denuncias de vínculos de políticos con el narcotráfico.
Hace unos días fue ultimado a tiros el candidato del opositor LIBRE, Partido Libertad y Refundación, a la alcaldía del municipio de Santa Ana de Yasguare.
Ya en los últimos meses había sido objeto de acciones violentas la organización política, surgida tras el golpe de estado de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya, elegido en las urnas cuatro años antes por más de 50% de la ciudadanía.
Los hechos, en su mayoría, se registraron a raíz de los comicios primarios e internos que en marzo pasado realizaron LIBRE y los Partidos Liberal y Nacional para escoger a los candidatos que los representarán en la cita de noviembre.
En esa jornada, los hondureños designarán al nuevo presidente del país, tres vicepresidentes, 128 miembros del Congreso, 20 al Parlamento Centroamericano con sus suplentes, alcaldes, vicealcaldes y regidores.
La violencia asociada a los procesos electorales se disparó en Honduras tras los sucesos de 2009, que asestaron un golpe a la constitucionalidad en la nación centroamericana.
De acuerdo con el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en la última década se han registrado más de 110 asesinatos de personas vinculadas a la política.
Detalla la institución que en el proceso electoral de 2013 se contabilizaron 48 muertes violentas, la mitad de los casos correspondían a miembros del Partido LIBRE.
El fraude es otro de los posibles escenarios, luego de lo acaecido en 2013. De acuerdo con denuncias de diversas organizaciones, en esa ocasión se arrebató el triunfo en las urnas a Xiomara Castro, candidata por LIBRE a la presidencia, quien se presentará nuevamente en noviembre.
Los hondureños salieron a las calles en protesta por el resultado oficial que dio la víctoria con cerca de 37% de los votos a Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional.
Manifestaciones otra vez multitudinarias cuatro años después, cuando en los comicios de 2017 volvió a darse como ganador a Juan Orlando Hernández, quien se presentó a un segundo mandato, a pesar de que la Constitución no contempla esa opción.
Bajo una nueva ley electoral, aprobada en mayo último y que no representa mayores cambios en el sistema, irán los hondureños a las urnas a elegir entre 15 candidatos al nuevo presidente de Honduras, una nación con altos índices de desempleo, inseguridad y donde más del 60% de su población vive en la pobreza.