Cuba y la Unión Económica Euroasiática tienen un promisorio futuro de cooperación. Foto: @PresidenciaCuba
Por María Josefina Arce (RHC)
Propuestas concretas para incrementar la cooperación, ante un cada vez más injusto orden económico Internacional y la adopción de medidas coercitivas, llevó Cuba al Consejo Supremo Económico Euroasiático, integrado por los jefes de Estado y de Gobierno de Belarús, Kazajstán, Rusia, Armenia y Kirguistán como miembros, y Moldova y Uzbekistán como observadores.
“La salud y la biotecnología son esferas con grandes potencialidades en este sentido”, señaló el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, en su tercera intervención ante ese organismo desde que en diciembre pasado la mayor isla de las Antillas fuera declarada Estado Observador.
De hecho, ya a nivel bilateral existe una colaboración entre Cuba y las naciones miembros de la Unión Económica Euroasiática, que tiene una población de cerca de 200 millones de personas.
Productos insignias de la biotecnología están presentes en estos países. Ese es el caso del Heberprot-P para la úlcera del pie diabético que beneficia a pacientes con esa dolencia en Rusia y Belarús.
Este fármaco, registrado en 26 países, fue incluido en 2015 en la lista de medicamentos esenciales y vitales por la comisión especial del Ministerio ruso de Salud.
Estos primeros pasos, afirmó el mandatario cubano, nos llenan de confianza en la posibilidad de concretar alianzas estratégicas. Alianzas que, sin dudas, redundarán en el mejoramiento de la salud y calidad de vida de los ciudadanos.
Pero múltiples son las opciones de negocios de Cuba con estos países, a los que nos unen históricos lazos de amistad. La energía y el turismo, como mencionó Díaz Canel, tienen grandes potencialidades.
Puede ser muy provechosa la colaboración en el campo de las energías renovables, con la creación de parques eólicos y plantas solares.
Y en cuanto al turismo, Cuba es un destino que ofrece mucho más que hermosas playas como Varadero, en la provincia de Matanzas. Costumbres y tradiciones en las que se funden nuestras raíces africana y española son siempre un gran atractivo para los visitantes foráneos.
La hospitalidad de los cubanos y la tranquilidad de sus calles, unido al desarrollo de un turismo ecológico y de salud es también un incentivo para quienes llegan a suelo cubano.
Excelente ha sido en este sector la cooperación con Rusia, que desde 2017 registra una tendencia al alza en el número de turistas de esa nacionalidad que llegan a suelo cubano y que en la actualidad se ha convertido en el principal emisor.
Cuba y la Unión Económica Euroasiática tienen un promisorio futuro de cooperación, basada en el interés común de trabajar por sus ciudadanos y de la confianza mutua, que demuestra la elección de la nación caribeña para ser sede en noviembre próximo de la reunión de la Comisión Económica Euroasiática.