Por: Guillermo Alvarado

Millones de personas en todo el mundo quisieran borrar de su memoria el 2021, un año en el que se perdieron vidas, se mantuvo la separación de familias y seres queridos y la economía siguió por el piso, con la excepción de un pequeño grupo de acaudalados.

Resulta de verdad sorprendente que cuando a todos nos fue muy mal, hablo no sólo de individuos sino de países, alrededor de 500 multimillonarios vieron cómo sus fortunas crecieron hasta alcanzar niveles nunca conocidos, algo obsceno comparado con el incremento generalizado de la pobreza.

En los últimos doce meses los valores que estos sujetos acumulan se incrementaron en un billón de dólares  y hoy día en su conjunto poseen una riqueza inaudita de 8,4 billones de dólares, de acuerdo con los datos proporcionados por la firma Bloomberg.

Si se compara con el tamaño de la economía actual de algunas potencias, este selecto club de adinerados tiene casi tantos recursos como algunos países entre ellos Japón, Alemania o el Reino Unido.

También están por encima del Producto Interno Bruto combinado de toda América Latina y El Caribe, señala un artículo de la agencia británica de información BBC.

En un momento en que la economía de casi todas las naciones está deprimida como consecuencia de la crisis sanitaria causada por la covid-19, cuando la producción todavía no ha comenzado a reactivarse, es lógico preguntarse de dónde viene este incremento de fortunas.

La realidad es que no están vinculadas con ninguna forma material de creación de valores, sino con la especulación en los mercados financieros y el incremento del precio de las materias primas.

Por ejemplo, el más adinerado de los ricos hoy día, Elon Musk, fundador de las corporaciones multinacionales Tesla y SpaceX, aumentó sus caudales en 75 por ciento durante 2021 por el alza del  monto de sus acciones.

Más aún, en los pocos días transcurridos en este mes, volvió a ganar más de 32 mil millones de dólares en las bolsas de valores, sólo por el anuncio de que el año pasado sacó al mercado 936 mil automóviles eléctricos.

Según el Banco Mundial, para nada sospechoso de ser anticapitalista, el 40 por ciento de la población del planeta sumida en la pobreza no ha visto mejorar en absoluto su nivel de vida y alrededor de 100 millones de personas cayeron en la miseria el año pasado.

Nueva muestra de la irracionalidad de un sistema diseñado para favorecer a unos pocos plutócratas que, además de no pagar impuestos proporcionales a sus fortunas, aplastan a la mayoría.