Cuba agradece las innumerables expresiones de solidaridad del gobierno japonés, especialmente durante la pandemia de Covid-19.
Por: Roberto Morejón
La cooperación de Japón con Cuba resulta muy útil y los antillanos la agradecen, mucho más ante el envío de 84 ómnibus para el transporte urbano, en momentos de dificultades con ese servicio.
El donativo de vehículos del gobierno japonés se asocia al desarrollo del transporte de La Habana, hacia donde fueron destinados.
Con dos millones de habitantes, la capital presenta un déficit de autobuses, principal medio de traslado.
La Dirección de Transporte local solo cuenta ahora con 49 por ciento del parque indispensable para atender los reclamos de los pasajeros, mientras en capitales de provincias la situación también se reporta compleja.
Cuba se ha visto limitada en sus finanzas a causa del recrudecimiento del bloqueo estadounidense, sostenido por la administración demócrata, y los cuantiosos gastos para mitigar el impacto de la pandemia.
Como secuela, decenas de ómnibus permanecen paralizados por carecer piezas de recambio, neumáticos y otros aseguramientos, aunque la Dirección de Transporte de La Habana insiste en la búsqueda de financiamiento.
De conseguirlo, adquiriría insumos para recuperar ómnibus inmovilizados y adquirir 90 nuevos, cantidad que llegaba anualmente procedente de China hasta 2018.
En ese contexto, arribaron los vehículos japoneses, asignados a rutas capitalinas con el previsible beneficio a más de 320 mil personas.
No se trata del único donativo concretado por Japón, pues gracias a la Asistencia Financiera No Reembolsable a gran escala comenzó en 2015 una serie de proyectos con la nación caribeña.
El gobierno del país asiático firmó con Cuba programas en salud, agricultura, manejo de desechos, energía y transporte.
Los habaneros recuerdan con entusiasmo el envío en 2019 de cien camiones colectores de desechos y el traslado de insumos y equipos médicos, en este último caso destinados a todo el país.
Las expresiones de cordialidad y cooperación de Japón han sido saludadas por las autoridades y la población.
No se trata de expresiones aisladas, pues Cuba y Japón han mantenido relaciones diplomáticas por 92 años, período en el que destacó la histórica visita del entonces primer ministro, Shinzo Abe, en 2016.
Los cubanos recuerdan la impronta dejada por la comunidad de inmigrantes japoneses, sobre todo en la sureña Isla de la Juventud, y elogian al pueblo de la nación asiática por su disciplina, eficiencia, avance tecnológico y desarrollo.
