Por: Roberto Morejón

La agricultura cubana tiene dificultades con la adquisición de insumos por su alto precio en el mercado internacional, pero a pesar de ello sobresalió la apicultura, enfrentada incluso a los perjuicios ocasionados por la pandemia.

La exportación de miel de abeja está en franca recuperación mientras sortea los efectos del bloqueo estadounidense, en tanto los criadores tratan de asociar la ciencia y la técnica y su sabiduría innata para elevar rendimientos.

Varias provincias cubanas reportaron aumento de las entregas del almíbar, junto a importantes índices de propóleo, polen y jalea, entre otras variantes. 

Los territorios ampliaron el número de colmenas hasta más de 223 mil, en un esfuerzo mayúsculo con la esperanza de llegar a cotas muy altas, como las 15 mil toneladas anuales.

Por ese camino, los apicultores cubanos ascendieron escalones decisivos al tributar 10 mil 500 toneladas de miel en 2021, cifra que rompió el récord histórico, de 10 mil 213, que databa de 1983.  

La empresa nacional productora del delicioso fluido y derivados trata a la par de ampliar los niveles de ventas en el exterior, proceso que hace directamente, para lo que pretende atraer mercados como China.

 La miel de abeja suministrada en Cuba se destina esencialmente al mercado de Europa, donde la valoran como una maravillosa fuente de minerales y vitaminas, con propiedades excelentes para la cosmética.

 En el plano interno, la empresa apícola extiende la habilitación de las llamadas Casas de la miel, cuyo número arribó a 14, empeño saludado por los cubanos, interesados en adquirir diferentes productos, de utilidad para la gastronomía y la salud.

 No por casualidad una parte de la obtención nacional de la sustancia se envía a programas priorizados de salud pública.

 Para concretar nuevas expectativas sería necesario ampliar las entregas de miel, algo posible dado que Cuba es uno de los países caribeños con mayores potencialidades.

 Para explotarlas será ineludible diversificar las producciones, otorgarle mayor valor agregado a las ofertas, seguir trasladando colmenas hacia lugares con suficiente floración y contribuir a la repoblación de plantas melíferas.

 Con su dulzor característico, la sustancia formada principalmente por azúcares está llamada a continuar como uno de los mayores objetivos de atención de los agricultores cubanos.