Por María Josefina Arce

Las universidades están llamadas a contribuir en la materialización de la Agenda 2030 de la ONU y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible para avanzar hacia un mundo mejor, más equitativo, justo y cuidadoso de su gran biodiversidad.
 
Estos centros tienen a su cargo la formación de los profesionales de las distintas ramas de la vida socioeconómica, quienes con sus conocimientos y habilidades tanto pueden hacer por la mejora de su entorno.
 
Con el objetivo de propiciar el diálogo, la reflexión y la coordinación de acciones sobre esta temática, abre sus puertas en La Habana el  próximo lunes el Décimo Tercer Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2022.
 
"Universidad e Innovación, por un Desarrollo Sostenible e Inclusivo" es el lema del encuentro, que por primera vez se realizará en una modalidad híbrida por la presencia en el mundo de la COVID 19, pero que como en ediciones anteriores contará con una amplia participación de autoridades académicas, profesores y estudiantes.
 
El gobierno cubano ha manifestado su voluntad política de avanzar en el progreso de la nación, empleando a fondo el conocimiento y los resultados de las investigaciones científicas en todos los ámbitos.
 
En ese sentido ha llamado reiteradamente el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, dado el positivo y directo impacto económico y social que a nivel nacional y local puede tener la ciencia y la innovación.
 
El Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, alineado con los objetivos de la ONU, otorga un papel protagónico a la educación, innovación y la investigación científica.
 
Las universidades cubanas están involucradas en todos los sectores estratégicos contenidos en el plan, como la salud, industria farmacéutica y biotecnológica, construcción y desarrollo local.
 
Destaca la incorporación a los centros de altos estudios de Tarea Vida, el plan del estado cubano de enfrentamiento al cambio climático, lo que garantiza la formación de profesionales comprometidos con la búsqueda de alternativas que aumenten la resiliencia de sus comunidades y país.
 
Enorme es el desafío, pues no solo requiere de una educación inclusiva, para todos, sino también de calidad, de mantenerse actualizado ante los constantes avances a nivel mundial en las diversas ramas.
 
La educación, en particular la educación superior, con las capacidades de conocimientos e innovación que atesora, es vital para forjar alianzas con todos los sectores y  trabajar a favor de ese futuro al que convoca la Agenda 2030.