Perú Economía

Por María Josefina Arce

El gobierno del Perú presentó una demanda contra la empresa española Repsol por el derrame de miles de barriles de petróleo el pasado mes de enero en las aguas peruanas, que causó serios daños ambientales y a la economía y sustento de los pobladores del área.

Cuatro MIL 500 millones de dólares es la indemnización que se reclama en la acción judicial, interpuesta ante la Corte Superior de Justicia de Lima por INDECOPI,  Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual.

La demanda, que incluye a otras empresas, fue rechazada de inmediato por la multinacional que ya cuando el vertido del combustible intentó evadir su responsabilidad.

A un fenómeno marítimo imprevisible por la erupción el 15 de enero de un volcán en la isla de Tonga, en el Pacífico, pretendió la petrolera vincular en un primer momento  el derrame, que se produjo cuando descargaba crudo el  buque tanque Mare Doricum, de bandera italiana, en la refinería La Pampilla, en el municipio de Ventanilla, en el norte de Lima.

Sin embargo, personas presentes en esos momentos en la zona negaron que se hubiera producido un oleaje anómalo.

El Ministerio peruano del Ambiente calculó que a causa del suceso fueron afectadas al menos 1400 hectáreas de mar y tierra, y unas 500 de reservas de fauna marina protegidas. Peces, mamíferos y aves murieron como consecuencia del hecho.

Asimismo, se vieron afectadas más de 700 MIL personas. Se cerraron una veintena de playas y dejaron de funcionar comercios, restaurantes y servicios turísticos.

Una comisión de expertos de la ONU, que en febrero pasado viajó a territorio peruano, calificó el derrame de petróleo como el " peor desastre ecológico de la historia del país".

Lo acaecido en el Perú vino a engrosar la larga lista de  los grandes daños ocasionados al medio ambiente y a la salud humana por las multinacionales, que facturan anualmente miles de millones de dólares.

Conocido es el desastre ocasionado por la compañía norteamericana Chevron-Texaco en la Amazonía ecuatoriana. Durante 26 años la transnacional arrojó millones de galones de petróleo y residuos tóxicos en aguas y suelos.

La contaminación cobró numerosas vidas humanas. En las zonas donde operó se registraron los índices más altos de cáncer, se extinguieron dos pueblos ancestrales y otros se vieron obligados a emigrar.

Lamentablemente son muchas las compañías extranjeras vinculadas a sucesos de esta índole que se remontan a décadas atrás y que en América Latina ha tenido un alto costo. 

La demanda presentada por el Perú es la primera interpuesta en la nación suramericana a una empresa petrolera, las cuales a lo largo del tiempo siempre han evitado por todos los medios reconocer y asumir su responsabilidad.