Alta tensión

بقلم: Maite González
2022-05-21 07:01:49

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Foto: Internet.

Por: Guillermo Alvarado

Mañana domingo se realizarán en Colombia los actos de cierre de campaña de los candidatos a la presidencia, justo una semana antes de las votaciones más tensas de que se tenga memoria en más de medio siglo, y que podrían ser el inicio de transformaciones estructurales en esa nación.

Como he dicho antes, esta es la primera ocasión en que un aspirante de la izquierda podría llegar al gobierno desde el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, hecho ocurrido el 9 de abril de 1948 y que fue magistralmente descrito por Gabriel García Márquez en su libro “Vivir para contarla”.

De hecho, como ocurrió en aquel año que quedó grabado en la memoria de muchos colombianos, el fantasma de la violencia ha estado volando sobre la campaña electoral, azuzado por la derecha conservadora y neoliberal y los grupos clandestinos que medran en el poder político.

Estas fuerzas tratan de impedir a toda costa que el antiguo guerrillero y ex alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, abanderado de la coalición Pacto Histórico, se imponga en los comicios, como la han pronosticado las encuestas de intención de voto en los últimos meses.

El más reciente sondeo da a Petro el 44 por ciento de posibilidades, sobre el 22 de su principal rival, Federico Gutiérrez, de Equipo por Colombia.

La sólida ventaja alimenta las esperanzas e ilusiones de muchos de que el Pacto Histórico gane en primera vuelta este 29 de mayo, una aspiración remota, pero no descartable por el momento.

El peligro es que en el repechaje, programado para el 19 de junio de ser necesario, la derecha uniría sus fuerzas para evitar un cambio trascendental en el paisaje político.

De hecho la guerra sucia contra Petro ha sido una constante en la contienda y recientemente tuvo que suspender una gira proselitista en la llamada “franja cafetalera”, debido a amenazas de muerte en su contra.

Se denunciaron, asimismo, presiones de varios empresarios contra sus trabajadores para que no voten por el Pacto Histórico. El caso más burdo lo protagonizó Sergio Araújo Castro, uno de los fundadores del derechista Centro Democrático, de Álvaro Uribe.

Este señor dijo en las redes sociales que simple y llanamente despedirá a todos sus empleados que sufraguen por Gustavo Petro, lo que fue calificado como un delito por la Misión de Observación Electoral.

En la semana próxima se espera que la tensión suba de intensidad en Colombia, donde estarán centradas muchas miradas, unas con optimismo y esperanza y otras con una sombría desesperación. 



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