Producción Agroindustria cubana
Por: Roberto Morejón
Cuba promueve los polos productivos agrícolas como una experiencia alentadora en medio de esfuerzos por aumentar la producción de alimentos, hoy deficitaria.
Una reunión con representantes de cooperativas y labriegos destacados de los Polos Productivos de los Cultivos Varios, arrojó múltiples experiencias y recogió señales sobre un útil abanico de procedimientos en los sembrados.
Con el propósito de incrementar las entregas de tubérculos, hortalizas, granos y frutas, los cubanos expanden los polos productivos, cuyo número llega hoy a 19, si bien las limitaciones financieras impiden una marcha más acelerada.
Esas modalidades agrícolas disponen de más de 152 mil hectáreas de tierra cultivable, de estas, unas 20 mil bajo riego, por lo que se presentan como promisorias plataformas.
Por ese derrotero se amplía el número de provincias con esos enclaves, al punto de que sus entregas representaron 26 por ciento de la producción total de alimentos en 2021.
Se espera que esa línea de trabajo que no implica el abandono de otras prácticas, gane en solidez al calor de poco más de seis decenas de disposiciones dictadas en Cuba para favorecer cultivos y cosechas.
Entre los aciertos de esas reglamentaciones destaca un aliento a la comercialización de los propios productores, a fin de reducir o eliminar intermediarios y ganar en rapidez en la llegada de los nutrientes a los mercados.
También por esa vía es posible influir en una rebaja de los precios, hoy por encima de lo esperado, para lo cual trabajan intensamente estructuras gubernamentales y organizaciones sociales.
En cualquier caso, todavía los expertos señalan el largo camino por recorrer para dinamizar las faenas en los campos, donde por las restricciones financieras, a causa fundamentalmente del bloqueo estadounidense, no están a la mano insumos básicos.
Para Cuba, afectada como otros países por la crisis alimentaria mundial y los obstáculos en las cadenas de suministro a causa de la guerra en Europa del este y las derivaciones de la pandemia por la Covid-19, resulta determinante alcanzar una mayor integración en los procesos productivos.
Asimismo es perentorio aligerar procedimientos y mecanismos en empresas estatales en la rama agrícola para, con el apoyo de la ciencia y la innovación, encontrar fuera de las ciudades más respuestas a los requerimientos en el orden de los alimentos.