Por María Josefina Arce
En los últimos días se ha trabajado intensamente en Cuba ante la compleja situación electroenergética, que ha llevado a cortes del fluido eléctrico con las consabidas afectaciones a la población y a áreas productivas, lo que repercute negativamente en la economía.
Roturas, mantenimientos necesarios y la falta de liquidez para importantes inversiones, asociadas al recrudecimiento del bloqueo norteamericano, han llevado a este tenso panorama, que ha exigido un gran esfuerzo de los trabajadores de esta rama.
Las máximas autoridades del país han dado un constante seguimiento a esta problemática para darle una adecuada solución y evitar que se repita en un futuro, teniendo en cuenta las altas temperaturas del verano y que muchas familias disfrutan de sus vacaciones, lo que incrementa la demanda en el sector residencial.
En una comparecencia televisada el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, ofreció una detallada información sobre el actual panorama y cuánto se labora para minimizar las afectaciones en todo los órdenes, tanto social como económico.
A esto se suman recorridos por las distintas termoeléctricas del territorio nacional del mandatario y de otros miembros del gobierno. En diálogo con directivos y trabajadores han conocido de primera mano cómo transcurren las labores que, sin descanso, se desarrollan día y noche, en difíciles condiciones.
En este tenso contexto gana terreno la necesidad de incentivar el uso de las fuentes de energía renovable. Aunque es esta una política de las autoridades, aprobada por el Consejo de Ministros en 2014, todavía la meta está bien distante.
La estrategia es transformar la matriz energética, en aras de lograr la soberanía en este sector, lo que también evitaría las molestias actuales. Sin embargo, en la actualidad solo 5% de la generación eléctrica se logra a través de estas fuentes, amigables además, con el medio ambiente.
Cuba tiene grandes potencialidades para desarrollar proyectos en esta línea y ya por ejemplo, son varios los parques eólicos, ubicados en las provincias de Ciego de Ávila, Holguín y la Isla de la Juventud, que aportan al Sistema Electroenergético Nacional, al tiempo que se efectúan investigaciones en otros territorios para la instalación de esta tecnología.
Asimismo, el establecimiento de paneles fotovoltaicos ha posibilitado llevar la electricidad a zonas de difícil acceso y beneficiar a múltiples comunidades.
Pero estas tecnologías son costosas y el empeño del país se ve limitado por la política hostil estadounidense. El equipamiento necesario hay que adquirirlo en mercados lejanos, a un mayor precio.
El uso de las fuentes de energía limpia para disminuir ineficiencias en el sistema eléctrico y reducir la dependencia a combustibles fósiles es una política del país, y en este camino la Feria Internacional de Energías Renovables es una buena oportunidad para concretar inversiones foráneas en este estratégico sector e incentivar el desarrollo de proyectos.
Del 22 al 24 se desarrollará en La Habana este evento, que contará con la participación de 29 naciones y expositores de 10 compañías extranjeras, lo que permitirá conocer experiencias.
Se trabaja intensamente en las termoeléctricas, sin perder ni un segundo para recuperar los niveles de generación eléctrica, al tiempo que se insiste en otras alternativas como las fuentes de energía renovable, una opción sin embargo, a mediano y largo plazo. El compromiso ahora, a todos los niveles, es garantizar una situación más estable del sistema en los próximos días.