Imágen / Biodiversidad América Latina
Por María Josefina Arce.
Sistemas alimentarios sostenibles, soberanos y resilientes es el objetivo de la agroecología, que los expertos califican como una ciencia que facilita la transformación hacia un nuevo modelo de agricultura.
Ante el desafío que supone el cambio climático, la agroecología posibilita minimizar los daños por eventos meteorológicos, reducir además, las emisiones de gases de efecto invernadero y la degradación de los recursos naturales.
Para Cuba, altamente vulnerable por su condición insular, el avance de esta práctica es un imperativo y se inscribe en la política de las autoridades. De hecho ocupa un lugar primordial en la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, aprobada en mayo pasado por la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Novedosa en ese sentido es la legislación, que subraya la importancia del uso racional de los recursos naturales y de un mayor empleo de fuentes de energía renovable.
El país tiene un gran potencial, destacado por expertos. El jefe de Cooperación de la Unión Europea en Cuba, Juan Garay, ha subrayado que en la nación caribeña existe una alta capacidad profesional, con instituciones y centros de investigación, pero además, cuenta con el saber natural y la experiencia de quienes desde hace varias generaciones trabajan la tierra.
Aunque en los últimos tiempos es que esta ciencia ha ido ganando mayor terreno, el trabajo en este camino no es nuevo. En su momento, recuerdan los especialistas, el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, incentivó el desarrollo de los programas de medios biológicos y la agricultura urbana, suburbana y familiar.
En la actualidad se desarrolla en territorio nacional un nuevo proyecto de cooperación en esta rama con financiamiento de la Unión Europea, que apoyará la gestión del conocimiento y transferencia de tecnología en agroecología.
Sus resultados tributarán a ejes estratégicos en el Plan de Desarrollo hasta el 2030 de Cuba y la Política de Desarrollo Territorial puesta en marcha por el gobierno.
Ocho municipios de la región occidental, central y oriental del país se beneficiarán de este programa, en el que participa el Ministerio de Agricultura y la FAO, Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Un total de siete MIL 200 personas y 14 instituciones serán favorecidas directamente con la implementación de la iniciativa e indirectamente más de 200 MIL pobladores de estas zonas.
El proyecto busca aprovechar exitosas experiencias de diferentes organizaciones e instituciones de investigación de la Mayor de las Antillas, que han probado su valía.
Comprometida con el cuidado del medio ambiente, Cuba apuesta por esta ciencia para lograr el autoabastecimiento de alimentos y avanzar en la seguridad alimentaria de sus ciudadanos, ante los altos precios en el mercado Internacional y los obstáculos que impone el bloqueo norteamericano.
