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Por: Roberto Morejón
Si bien el gobierno sirio logró recuperar la mayor parte del territorio asolado por la guerra impuesta por grupos armados opositores, apoyados desde el exterior, estaba enfrascado en una costosa y difícil recuperación cuando llegaron los dos sismos recientes.
Desde Damasco se enviaron fuerzas para salvar a los atrapados bajo los escombros en una batalla incesante contra reloj, pero la situación se dificulta en el noroeste, donde aún permanecen zonas en poder de los irregulares.
Tanto para el auxilio a las regiones bajo el control del gobierno como la restante se requiere de un colosal acopio de personal y recursos, muy limitados en el caso de estos últimos.
Las sanciones de Estados Unidos y Europa a Siria hicieron más azarosa la vida en el país levantino y hoy no es casual que falten equipos pesados para remover escombros en las zonas castigadas por los sismos, donde fallecieron más de seis mil personas.
Las penalizaciones, suavizadas por 180 días por Estados Unidos ante la demanda de Damasco, han devastado al país árabe, conmocionado también por el alto número de desplazados por conflictos bélicos.
Igualmente, Siria presenta una situación muy complicada en la infraestructura de salud, todo un obstáculo cuando urge atender heridos por las sacudidas telúricas.
Ante todo ello, China, Rusia y otros gobiernos exigieron el cese definitivo del cerco.
Pero como denunciaron las autoridades sirias, Occidente hace un uso político de la catástrofe natural, al extremo de negarse a canalizar ayuda humanitaria a través de Damasco, y hacerlo mediante agencias de
A la par Occidente finge ignorar el saqueo de Estados Unidos de más de 80 por ciento de la producción de petróleo de Siria, extraído de territorios ocupados por el país norteño.
Ello continúa a pesar de que los efectos de las sacudidas telúricas afectaron la vida de casi 11 millones de sirios.
Se trata de una devastación sobre otra precedente, a causa de la guerra y de la posterior pandemia por
A pesar de lo referido, el gobierno sirio informó sobre la culminación de las operaciones de búsqueda y rescate de supervivientes.
Se trata de un esfuerzo incalculable que pudo avanzar más rápido si el conflicto sirio no fuera visto por algunos desde un prisma político.
