Escándalo por la generosa dieta de los legisladores. Imagen: Infobae

por Roberto Morejón

En el callejón sin salida de Perú sobresale por su divorcio con la realidad política y social el Congreso dominado por la derecha, acusado de querer mantener sus privilegios.

Para un cuerpo legislativo con apenas 7% de aprobación y que no dejó gobernar al expresidente Pedro Castillo, todo pasa en Perú por frenar o demorar la convocatoria a nuevas elecciones, como demandan sectores mayoritarios de la sociedad.

Pero mientras el país se asombraba por la represión a las manifestaciones de protesta por el derrocamiento de Castillo y en exigencia de la renuncia de su sucesora, la designada presidenta Dina Boluarte, los parlamentarios se salpicaban de dispensas.

Una revelación periodística denunció cómo acceden a costosos platos desde diciembre de 2022, por decisión de la mesa directiva, gracias a la cual el Estado gastaría diariamente el equivalente de casi 50 dólares.

Las erogaciones por ese concepto se quintuplicaron desde una fecha anterior, febrero de 2022, pues, a juzgar por la investigación periodística, los favorecidos consideran justos sus exquisitos menús.

Sectores del Perú profundo, como llaman a los más desposeídos del sur, entre otros críticos, arremetieron contra los legisladores.

La Red de Ollas Comunes de Lima rechazó lo que consideró un lujo, pagado, dijo, por millones de peruanos, mientras que la activista social Fortunata Palomino calificó los apetitos de los congresistas de “cachetada a la pobreza”.

Las ínfulas proteínicas de los aludidos contrastan con los apremios de muchos peruanos, pues la pobreza habría alcanzado a 30% de la población en 2022.

Perú es el cuarto país más desigual del mundo ya que 1% de la población concentra entre 25 y 30% de los ingresos totales.  

No por casualidad, los manifestantes que en las últimas semanas reclamaron el cierre del Congreso y la convocatoria a una Asamblea Constituyente ponían de relieve el olvido de su situación por las élites económicas.

Tanto la presidenta Boluarte como el reaccionario Parlamento han justificado la respuesta de la policía y el ejército a los marchistas, operación que arrojó un saldo de más de 60 muertos y decenas de heridos y detenidos.

El escándalo por la generosa dieta de los legisladores gracias al financiamiento del Estado aumentará su descrédito ante los ojos de los peruanos de a pie.