Denuncia Cuba presión imperialista en Consejo de Derechos Humanos
por Roberto Morejón
Cuba alertó sobre los intentos de convertir el Consejo de Derechos Humanos, organismo de la ONU, en una plataforma enfilada contra los países negados a doblegarse a los intereses geopolíticos de Estados poderosos.
Nuevamente la mayor de las Antillas se hace presente en los trabajos del Consejo, esta vez en su período de sesiones 52, oportunidad en la que La Habana llama la atención sobre las presiones de Estados Unidos y otros sobre ese órgano.
En un mensaje contundente, con verdades expuestas de forma directa y argumentadas, el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, advirtió que las coacciones “erosionan la credibilidad del Consejo”, cuyas sesiones transcurren en la ciudad suiza de Ginebra.
No es la primera vez que en reuniones de la ONU y de otras organizaciones, la nación caribeña llama a cada asunto por su nombre, sin rodeos, en relación con los planes de ciertos países de, como dijo el jefe de la diplomacia cubana, retrotraer al actual Consejo a conductas de la fenecida Comisión de Derechos Humanos, la cual detonó por esas prácticas.
A Cuba le asiste la razón al evidenciar en el Consejo las maniobras para transformarlo en punta de lanza contra países hostigados por Estados Unidos, cuyas administraciones insisten en presentar a la potencia del Norte como paradigma en derechos humanos.
Apuntalado en ese artificio, Estados Unidos suele atacar a Cuba por alegadas transgresiones de las libertades ciudadanas.
Sin embargo, en la tierra de José Martí se propugna el pleno ejercicio de esas emancipaciones y respetan los principios de universalidad, indivisibilidad, objetividad y no selectividad en el tratamiento de los individuos.
Paradójicamente, Washington sí avasalla las prerrogativas de los cubanos al sostener el recrudecido bloqueo y aplicarle castigos adicionales, al incluirlo en la lista de quienes, según alega, patrocinan el terrorismo.
En tal sentido, Rodríguez Parrilla fue enfático en Ginebra al reiterar una permanente demanda de Cuba y de los países del Sur para que cese la politización del tema de los derechos humanos.
Como expresara el canciller de la mayor de las Antillas, es necesario echar abajo las presiones, las visiones unilaterales y beneficiar el diálogo respetuoso y constructivo así como la cooperación.
Es de esperar que Estados Unidos y otros países del Norte industrializado escuchen voces como las de Cuba para que no se vicie la atmósfera del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
