Por: Roberto Morejón
Desde Estados Unidos ---donde prevalecen ópticas sesgadas hacia la realidad cubana, matizadas por políticas hostiles de la administración de turno--- llegan a
Más de centenar y medio de líderes jóvenes de organizaciones sociales del país norteño han entrado ahora en contacto en Cuba con un pueblo que, en medio de privaciones materiales, organiza su resistencia.
Precisamente, los jóvenes llegan en una coyuntura adversa por el déficit de combustible, a causa de varias razones, entre ellas el bloqueo estadounidense y el impedimento de proveedores de cumplir con sus compromisos.
Los activistas juveniles estadounidenses verán a las nuevas generaciones de esta tierra trabajar y estudiar, marchando a pie, en bicicleta o en ómnibus colmados y escasos hacia sus lugares de destino, sin declinar su constancia.
Los representantes de un pueblo norteamericano diverso y solidario, como escribió el presidente Miguel Díaz-Canel, desarrollan una agenda amplia.
Sabrán del hermoso trabajo en
Los dirigentes juveniles verán barrios habaneros en transformación, donde todavía cohabitan viviendas precarias con otras modestas de reciente construcción, para atender urgencias sociales.
Y quizás les digan de los múltiples esfuerzos de los científicos cubanos para acceder a proyectos que, de ser exitosos, harán más saludable la vida de sus compatriotas.
Invitados a intervenir en los festejos por el Día Internacional de los Trabajadores que este año se restringen por la falta de combustible, los caminantes constatarán el buen ánimo de los cubanos, a pesar de carencias materiales, y su disposición a ser solidarios, incluso con los estadounidenses.
Porque nadie siente animosidad por aquel pueblo por el hecho de que gobiernos norteños apuesten por la asfixia de los antillanos.
Relacionarse con los cubanos, escuchar sus opiniones, incluso críticas, cerciorarse de su modo de vida, constituye una ocasión interesante para los invitados e igualmente para los anfitriones, a fin de conocer cómo piensan y sienten.