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Por Roberto Morejón
Como ocurre cada cinco años, transcurrió en Cuba una nueva elección del gobernador y el vicegobernador de las provincias, en ceremonias con solemnidad y apoyo requeridos, como antesala del trabajo arduo que aguarda a esos altos cargos.
Pendientes de la próxima toma de posesión, los directivos electos a propuesta del presidente de la República según establece la Ley Electoral, serán nada menos que los máximos responsables de sus provincias, en las esferas ejecutiva y administrativa.
Ellos y el Consejo Provincial integrarán un gobierno territorial con numerosas encomiendas, clave en estos tiempos si recordamos que deben acopiar mayor aliento para impulsar la economía local y por ende de la nación.
Rodeados de colaboradores, subordinados y otros respaldos, los gobernadores y vicegobernadores tienen especial incidencia en el buen funcionamiento de los programas esenciales, la planificación y el control, cuando el ahorro y hacer más con menos resultan cardinales.
Todos, como exige la ley, mayores de 30 años, están convocados a liderar empeños con espíritu de colectividad, en tanto la dirección del país exhorta a la resistencia creativa ante las vicisitudes y a mayor empleo de la ciencia y la innovación.
Ciertamente, la coyuntura económica del archipiélago caribeño es adversa a causa de una acentuada reducción en la disponibilidad de divisas, insuficiencias de la empresa estatal, limitaciones de combustible y las secuelas de la parálisis productiva durante la pandemia.
Todo ello acompañado por el bloqueo de Estados Unidos y los efectos negativos en el concierto internacional del conflicto en Ucrania, en primer lugar la inflación.
Los Gobernadores y vicegobernadores en Cuba tienen cometidos que deben enfrentar con vigor y laboriosidad, en estrecho contacto con la población, afectada por escaseces materiales y debilidad de servicios.
Si bien en todos los casos el país no puede responder en recursos como se espera ante el cúmulo de dificultades, las informaciones oportunas y los bríos por recortar los problemas serán decisivos en la gestión de gobernadores y vicegobernadores.
Los delegados del Poder Popular nucleados en sus asambleas municipales acaban de elegir a importantes servidores públicos de las provincias, a sabiendas de que estarán muy atentos a cómo mejorar el bienestar de los ciudadanos, como parte de gestiones a las que deberán sumar el empuje de las masas.