Comité Nacional de la Participación. (Foto:Telesur)
Por María Josefina Arce
La construcción de la paz en Colombia pasa por la participación activa de toda la ciudadanía, uno de los puntos acordados en La Habana en el tercer ciclo de las negociaciones que mantienen actualmente el gobierno del presidente Gustavo Petro y el insurgente Ejército de Liberación Nacional.
Se busca, como expresaron ambas partes, ir a las causas que dieron origen al conflicto armado para una verdadera transformación del país y consecución de la paz.
De ahí que en un hecho trascendental queda instalado oficialmente en Bogotá, la capital, el Comité Nacional de la Participación, una instancia especial y transitoria articulada a la Mesa de Diálogo.
En las próximas horas se darán a conocer los miembros de este organismo encargado de diseñar y promover la implicación de toda la sociedad en el proceso de paz.
Representantes de movimientos sociales y gremios conforman el Comité, que recogerá las propuestas y recomendaciones de los diversos sectores colombianos durante encuentros nacionales y regionales.
Se ha insistido en la importancia de escuchar a trabajadores, campesinos, pueblos indígenas, comunidades afrocolombianas, estudiantes e incluso, población carcelaria. Es propósito que ningún ciudadano quede fuera de este vital proceso.
La instalación del Comité antecede a otro histórico paso: la entrada en vigor este 3 de agosto del Acuerdo de cese del fuego bilateral, nacional y temporal de 180 días, hasta enero de 2024.
Los mecanismos de monitoreo y verificación incluyen la participación de la ONU y la Iglesia católica.
Sin dudas con la instalación del Comité y el cese al fuego se entra en una etapa importante y decisiva de las negociaciones de paz entre el gobierno de Petro y el guerrillero Ejército de Liberación Nacional, instaladas en noviembre del año pasado en Venezuela.
Precisamente a Caracas, la capital venezolana, retornará el diálogo, en su cuarto ciclo, del 14 al 23 del presente mes.
Los acuerdos entre las dos partes y su implementación representan un significativo avance para la paz en Colombia. Se suman además, al histórico Acuerdo de Paz suscrito en La Habana en 2016 entre el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos y la otrora guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo.
Colombia, bajo la presidencia de Gustavo Petro, trabaja fuerte y con responsabilidad para ir construyendo, entre todos, una verdadera y total paz, tan ansiada por una sociedad desangrada tras décadas de conflicto armado.
