Por María Josefina Arce

Fidel Castro será siempre un hombre y un líder imprescindible. Incansable luchador, de vastos conocimientos y de clara visión política, durante toda su vida alzó su voz a favor de los pobres, de la paz para todos y de la urgencia y necesidad de construir un mundo mejor.
     
Sus palabras en cada tribuna internacional hicieron historia. Su primer discurso en la ONU, en septiembre de 1960, fue estremecedor, aquel joven, que este 13 de agosto cumpliría 97 años, conmocionó a los presentes en el recinto en Nueva York.
   
"Eso sí, nosotros vamos a hablar claro", diría el líder de la revolución cubana y acto seguido denunció los constantes ataques de que era objeto por Estados Unidos la naciente revolución, que llevaría a profundas transformaciones en beneficio de todo el pueblo.
    
Pero Fidel Castro fue más allá y llamó a poner fin a las colonias y a la explotación de los países por los monopolios y entonces, subrayó, la humanidad habrá alcanzado una verdadera etapa de progreso.
  
Y a esa filosofía que calificó del despojo se referiria en numerosas ocasiones, cuando con verdades irrefutables abogaba por un orden económico internacional más justo.
    
Y con ese pensamiento y accionar a favor de los más humildes impregnó a la revolución cubana, que tiene en su esencia la ayuda solidaria a otros pueblos. Bajo la guía de Fidel Castro llegó a recónditos lugares de la geografía mundial la salud y educación.
   
Siempre nos enseñó a compartir lo que teníamos, a llevar esperanza y vida a quienes en otras naciones no tenían acceso a derechos humanos esenciales.
   
Y en la Cumbre de la Tierra, en Brasil en 1992, el líder histórico de la revolución cubana alertaba que esa desigualdad imperante en un mundo cada vez más consumista propiciaba la destrucción del entorno.
   
Tres décadas atrás ya veía con claridad la necesidad y urgencia de proteger el medio ambiente. Claro y directo fue cuando subrayó que una especie biológica: el hombre, estaba en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida.
   
Fue un visionario. Hoy el mundo se enfrenta a una crisis ambiental. Como denunciara en Río de Janeiro desaparecen los bosques, los ríos y mares están contaminados y continúan las emisiones a la atmósfera de gases que llevan a un cambio del clima a nivel mundial.
    
Fidel Castro dejó una huella imborrable en pueblos de todo el mundo y en especial el cubano, junto al cual libró incontables batallas, sin cansarse y siempre con inteligencia y decisión.