Por María Josefina Arce.

En el cuarto ciclo de las conversaciones de paz, el gobierno del presidente Gustavo Petro y el insurgente Ejército de Liberación Nacional de Colombia vuelven a Venezuela, país donde se retomó el diálogo, luego de cuatro años paralizado por la anterior administración, encabezada por el hoy ex mandatario Iván Duque.
     
En Caracas, la capital venezolana, quedó reinstalada la Mesa de Diálogo y  transcurrió la primera ronda de noviembre a diciembre del año pasado, que abrió el camino en la búsqueda y materialización de la paz.
   
Con sustanciales avances se llega a esta nueva etapa, que se desarrollará en medio de un cese del fuego entre ambas partes y que entró en vigor el pasado 3 de agosto.
    
Por 180 días estará vigente este cese de hostilidades temporal y renovable que fue uno de los principales acuerdos de la tercera ronda de negociaciones, efectuada de mayo a junio en La Habana, Cuba, nación garante del proceso de Paz.
    
La Misión de la ONU en Colombia, cuyo mandato fue ampliado por petición del gobierno de Petro, monitoreará de cerca la observancia por ambas partes del cese al fuego, un anhelo de todo el país y especialmente de las comunidades afectadas por el conflicto armado.
    
Recordemos que la Misión de la ONU fue establecida tras el acuerdo de paz suscrito en 2016 en La Habana entre el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos y la otrora guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo.
    
La Iglesia católica, países garantes y actores sociales verificarán asimismo, que tanto el gobierno como el grupo guerrillero cumplan con lo acordado.
    
En la capital cubana también se logró avanzar en otro importante aspecto, la participación de toda la ciudadanía en el actual proceso para ir hacia una verdadera y total paz en el territorio suramericano.
    
Con ese fin quedó constituido oficialmente a principios del presente mes el Comité Nacional de Participación, una instancia especial y transitoria articulada a la Mesa de Diálogo.
    
Un acuerdo recibido con beneplácito  por la sociedad civil, que subrayó la importancia de que se escuche a todos los colombianos, desde trabajadores, estudiantes y pueblos indígenas hasta la población carcelaria.
      
Con mucho compromiso se llega a este nuevo ciclo de las conversaciones de paz.  El senador Iván Cepeda, del equipo negociador del ejecutivo, señaló que esperan volver a Bogotá con nuevos acuerdos que desarrollen este vital proceso.
    
En su primer año de gestión el gobierno de Petro ha dado pasos firmes para que la paz total sea una realidad, y en ese camino ha asegurado que seguirán negociando para poner fin al conflicto armado.