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Por María Josefina Arce
Una de las mayores e importante movilización por la justicia y la igualdad social en Estados Unidos tuvo lugar en Washington el 28 de agosto de 1963. Seis décadas después el racismo sigue carcomiendo a la sociedad estadounidense.
"...Estados Unidos ha fallado en su promesa en lo que respecta a sus ciudadanos de color", afirmaba aquel día ante más de 250 mil personas el luchador por los derechos civiles Martín Luther King, en su memorable discurso, conocido como "Tengo un sueño".
Hoy el racismo, la brutalidad policial, la pobreza y la desigualdad continúan siendo una dura realidad para la población afroestadounidense, que cada día ve vulnerados sus más elementales derechos.
El odio racial forma parte lamentablemente de la sociedad. En los últimos días un nuevo hecho de esa índole se sumó a la ya larga lista. Un individuo, que en diversos escritos había manifestado su odio hacia los negros, mató a tiros a tres personas de esa raza en una tienda en Jacksonville, Florida.
Pero además, los ciudadanos afroestadounidenses son sospechosos habituales, interrogados y arrestados por las fuerzas del orden en las calles, en una proporción mucho más alta en comparación con los blancos.
Han sido objeto igualmente de un uso desmedido de la fuerza por la policía, que en muchos casos les ha ocasionado la muerte. Recordemos el asesinato en 2020 de George Floyd, que provocó las mayores protestas en décadas en territorio norteamericano. Sin embargo, en solo tres años se han ido sumando más nombres.
La pandemia de la COVID 19 vino a ahondar la desigualdad. De acuerdo con los expertos, este importante segmento poblacional tardará más tiempo en recuperarse del impacto económico y sanitario de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
De esporádica y desigual califican los expertos la recuperación de la mayoría de las personas de la raza negra. Acceso limitado a la atención sanitaria, inseguridad alimentaria y de vivienda y retrocesos en la educación inciden en ese lento resarcimiento.
De hecho diversos estudios revelaron que en 2021 en Estados Unidos 19, 5% de la población afroestadounidense vivía bajo el nivel de la pobreza.
Otros datos confirman el racismo imperante. La cantidad de personas negras que está en prisión triplica a la de personas blancas, y la tasa de encarcelamiento de mujeres negras es 1,7 mayor a la de mujeres blancas.
Asimismo, en 2020 cerca de 39% de ese sector de la sociedad carecía de una vivienda.
El sueño de Martín Luther King lamentablemente no se ha cumplido, el racismo es sin dudas, un problema sistémico en Estados Unidos, que paradójicamente ratificó en 1994 la Convención Internacional sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación Racial.