Bernardo Arévalo denunció con nombres y apellidos a los responsables de un intento de golpe de estado.
Por María Josefina Arce
Guatemala vive un vaivén político. Las acciones de las autoridades judiciales y electorales contra el presidente electo Bernardo Arévalo y su partido, el Movimiento Semilla, tienen sumergido al país centroamericano en la incertidumbre y confusión.
La pregunta que muchos se formulan es qué pasará en los pocos meses que restan hasta enero de 2024 cuando debe asumir el nuevo gobierno, presidido por Arévalo, quien en los últimos días denunció que estaba en marcha un golpe de estado.
En rueda de prensa, el ex diplomático señaló con nombres y apellidos a los responsables de este plan que, señaló, tiene como fin impedir su toma de posesión a inicios del año próximo.
De hecho inmediatamente después de ser certificado el triunfo de Arévalo en el balotaje del pasado 20 de agosto, se suspendía temporalmente a Semilla, paradójicamente el partido ganador de los comicios, una ilegal y arbitraria decisión.
Ahora en las últimas horas el pleno del Tribunal Supremo Electoral frenó hasta que concluya el proceso electoral, en octubre venidero, la suspensión de Semilla, adoptada por el Registro de Ciudadanos, perteneciente a ese mismo ente, que en un principio se había desligado de esa medida.
La cuestionada acción del Registro había llevado a que la Junta Directiva del Congreso desconociera al partido de Arévalo, con lo cual no podría presidir comisiones, preparar la agenda legislativa o tener asesores.
Pero la amenaza contra Semilla sigue latente, el fallo del Tribunal Supremo Electoral tiene efectividad hasta octubre, a partir de ese momento se abre un periodo de incertidumbre.
La incierta situación y los ataques contra el presidente electo, orquestados desde el poder a través de herramientas judiciales, han llevado a los guatemaltecos a las calles para exigir que se respete la voluntad popular materializada en las urnas el pasado 20 de agosto.
En esa jornada Arévalo fue el indiscutible ganador. Sacó una ventaja de 21puntos porcentuales a su contrincante Sandra Torres, del derechista Unidad Nacional de la Esperanza.
El sorpresivo pase de Arévalo a la segunda ronda puso en alerta a la élite del poder, que incluso a través de las autoridades judiciales intentó inhabilitar a su movimiento político, objeto además, de allanamiento de su sede en Ciudad de Guatemala, la capital. Sus intenciones de luchar contra la impunidad y la corrupción llevaron a que la derecha pusiera en marcha su plan para frenar la victoria de Arévalo.
Los guatemaltecos exigen en las calles que se respete la democracia y rechazan la intromisión del poder judicial en el proceso electoral. Pero habrá que esperar a ver que sucede en el tiempo que falta hasta la toma de poder de Arévalo.