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Por María Josefina Arce
El mundo tiene puesta su mirada en la ciudad estadounidense de Nueva York. Los grandes desafíos que enfrenta la humanidad en su conjunto como el hambre, la pobreza y el cambio climático están en los debates del septuagésimo octavo periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, que se desarrolla desde este martes.
Estas problemáticas han estado en el centro de las intervenciones de los jefes de Estado y de Gobierno y ministros, que participan en el segmento de alto nivel, y en el que han abogado por la unidad, solidaridad y un orden económico internacional más justo y equitativo para hacer frente a estos desafíos.
La amenaza que representa el cambio climático para el desarrollo y la supervivencia de la humanidad ha ocupado un lugar destacado en este nuevo periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
La crisis climática "llama a nuestras puertas, destruye nuestras casas, nuestras ciudades, nuestros países, mata e impone pérdidas y sufrimiento a nuestros hermanos, sobre todo a los más pobres", afirmó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Es esta una realidad del mundo de hoy. El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio climático señala que el daño ocasionado hasta el momento es enorme, y las emisiones globales de gases de efecto invernadero permanecen en niveles nunca antes vistos.
Las consecuencias son devastadoras; fenómenos meteorológicos cada vez más extremos como olas de calor, sequía e inundaciones que atentan contra la vida y salud de las personas, su seguridad alimentaria y llevan a un aumento de la pobreza y el hambre.
Y en este panorama especialmente complejo, los grandes perdedores son los países en vías de desarrollo. Aunque apenas han contribuido a la crisis climática, deben hacer frente a sus peores impactos, disponiendo de menos recursos para recuperarse de los desastres y adaptarse al cambio climático.
Sin embargo, las naciones industrializadas eluden su responsabilidad y se resisten a ayudar a los más pobres. Así lo denunció en la ONU el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, cuando afirmó que es decepcionante que no se haya cumplido la meta de movilizar no menos de 100 mil millones de dólares al año y hasta 2020 como financiación climática.
Ante este panorama y para consensuar posiciones y avanzar en la concreción de medidas y acciones, se desarrolla hoy en la ONU una Cumbre sobre la Ambición Climática, convocada por el secretario general del organismo internacional, António Guterres.
Una cumbre en la que también estará presente la necesidad de ayuda a los más pobres, pues como se ha resaltado es una cuestión de equidad y justicia climática que requiere inmediata atención de gobiernos y organismos financieros internacionales.