Consejo de Seguridad de ONU.
Naciones Unidas, 20 oct (Prensa Latina) Mientras la escalada en Gaza parece no tener fin, los ojos del planeta miran hoy al Consejo de Seguridad de la ONU, incapaz de conseguir un rechazo unánime contra la violencia desatada.
Tras casi dos semanas de conflicto y cuatro encuentros, el máximo órgano de seguridad de Naciones Unidas aún no emite ningún proyecto de resolución, a pesar de las alertas sobre la expansión del conflicto iniciado el pasado 7 de octubre.
El único ente del planeta encargado de mantener la paz y la seguridad internacionales analizó esta semana dos borradores elaborados, el primero por Rusia y el otro luego por Brasil, para exigir un alto al fuego.
Sin embargo, ambos fracasaron en sus primeros intentos.
El lunes último, Rusia presentó su propuesta con un llamado expreso para un alto al fuego humanitario en Gaza.
El proyecto, respaldado además por China, Emiratos Árabes Unidos, Gabón y Mozambique, no reunió los nueve votos necesarios dentro del órgano de 15 miembros.
Las representaciones de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Japón se opusieron al texto mientras que Albania, Brasil, Ghana, Malta, Suiza y Ecuador se abstuvieron.
El representante permanente de Moscú ante la ONU, Vasily Nebenzya, lamentó el resultado y las «intenciones egoístas del bloque de países occidentales».
«Ésta es la única razón por la que (el Consejo) no pudo enviar un mensaje claro, contundente y colectivo destinado a reducir la tensión; estamos hablando de la explosión de violencia más grave de las últimas décadas», recalcó.
El mundo entero esperaba con gran expectación que el Consejo de Seguridad tomara medidas para poner fin al derramamiento de sangre pero las delegaciones de los países occidentales básicamente han pisoteado esas expectativas, enfatizó el diplomático ruso.
Por su parte, la representante norteamericana, Linda Thomas-Greenfield, justificó la postura de su país con la ausencia de una condena en el texto al grupo Hamas, al que calificó de «terrorista».
Dos jornada después, Estados Unidos vetó otro proyecto elaborado por Brasil que pedía pausas humanitarias para la entrada de ayuda a la Franja de Gaza.
La embajadora de Estados Unidos dijo que la decisión se debía a la ausencia de una mención «al derecho de Israel a la autodefensa».
Thomas-Greenfield además recordó que el presidente Joe Biden permanecía en Israel, por lo que cualquier acción diplomática dentro del órgano debía esperar.
La decisión, fuertemente criticada, hizo naufragar la segunda opción una jornada después de que centenares de palestinos murieran tras el ataque contra el hospital Al-Ahli.
Los encuentros parecen confirmar las alertas sobre las divisiones dentro del Consejo de Seguridad y la necesidad de una reforma, no obstante, la urgencia del conflicto demanda respuestas inmediatas.
La solución podría estar en la presentación de un tercer borrador o dentro de la 78 Asamblea General, presidida por Dennis Francis, en una votación o una reunión formal de los estados miembros.
De acuerdo con la propia organización, los debates globales urgentes pueden dar lugar a una acción colectiva.
«En el caso de un conflicto en curso, esa acción puede incluir ayudar a detener el derramamiento de sangre, establecer un alto el fuego y aliviar el sufrimiento de los civiles sobre el terreno», precisa la ONU en su portal web.
Mientras tanto, los esfuerzos de Naciones Unidas se centran en los buenos oficios, el reclamo para permitir la entrada de ayuda vital a la sitiada Gaza y el trabajo de agencias humanitarias sobre el terreno.
Este jueves, el secretario general, António Guterres, viajó a Egipto para elevar sus dos peticiones urgentes: la liberación de rehenes en manos de Hamas y el cruce de los camiones con cargamentos humanitarios.
Los civiles en Gaza necesitan desesperadamente servicios y suministros básicos, y ello requiere un acceso rápido y sin obstáculos, subrayó.
«Necesitamos alimentos, agua, medicinas y combustible ahora, los necesitamos a gran escala y necesitamos que sean sostenidos», agregó. Sabemos que cuanto más dure esto, mayor será el riesgo de que la violencia se desborde, advirtió.