Los pertrechos que con prontitud envió Estados Unidos a Israel contribuyen al soporte de los genocidas bombardeos en Gaza.
(Foto:Hispantv)

Por Roberto Morejón

Si bien Israel es un Estado militarizado y uno de los principales fabricantes de armas del mundo, los pertrechos que con prontitud le envió Estados Unidos contribuyen al soporte de los genocidas bombardeos en Gaza.
 
La potencia del Norte cumple al pie de la letra un acuerdo firmado con Israel en 2016 para proporcionarle 3 mil 800 millones de dólares anuales de ayuda militar, según admitió el secretario norteamericano de Estado, Anthony Blinken.
 
Insatisfecha con tal suministro, la administración del presidente Joseph Biden se apresuró a remitir más equipamiento militar y municiones a su principal aliado en Oriente Medio tan pronto como el ocho de octubre.
 
El Pentágono no ocultó su urgencia e informó sobre una revisión acelerada de sus inventarios para determinar si podía entregarle más avituallamientos al Estado hebreo.
 
El pretexto utilizado fue la incursión armada del grupo islamista Hamás en Israel, aunque semanas después y en medio de un brutal ametrallamiento ordenado por el régimen sionista a Gaza, nada indica que los envíos declinaran.
 
Es más, Estados Unidos acercó su fuerza naval y aviones al Mediterráneo para evidenciar su respaldo a Tel Aviv y apuntalarlo si fuera necesario en su diario ametrallamiento en Gaza, donde ya fueron asesinados más de 9 mil civiles.
 
A los inquilinos de la Casa Blanca les preocupa la situación creada porque abastece igualmente de equipamiento bélico a Ucrania, de ahí que una operación simultánea requeriría fondos adicionales, en consulta con el Congreso.
 
El febril aporte a Israel tiene lugar cuando nada indica que el receptor menguara sus producciones militares.
 
El gasto militar de Israel en 2022 sobrepasó los 23 mil millones de dólares, según datos del SIPRI, Stockholm International Peace Research Institute.
 
Muy superior a la de sus vecinos, esa erogación millonaria ocurre en un país con una población limitada, con algo más de 9 millones de personas, y por ello se ubica en el peldaño 15 en la lista de Estados en ese indicador.
 
El expendio militar representa 4,51 por ciento respecto a su Producto Interno Bruto, también el más elevado de la región.
 
Por esas razones la comunidad internacional contempla hoy, atónita, cómo las masacres de Israel se sostienen en Gaza con el paso de los días, sustentadas en una industria de guerra autóctona, pero pródigamente complementada por Washington.