Casa Blanca

Por María Josefina Arce

En las últimas horas se ha reducido la amenaza de un posible cierre del gobierno de Estados Unidos por falta de fondos. Finalmente la Cámara de Representantes, con el apoyo de la bancada demócrata, aprobó una propuesta del líder republicano del hemiciclo, Mike Johnson, pero aún falta el visto bueno del Senado y la firma presidencial.
  
El viernes próximo vence la prórroga de 45 días lograda en septiembre último por el entonces líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy. El acuerdo logrado tras un pacto con los democrátas llevó a su destitución promovida por los miembros más conservadores de la  bancada de su partido.
   
La propuesta de Johnson extiende la financiación para algunas agencias del gobierno hasta mediados de enero y para otras hasta principios de febrero.
    
Es así que los fondos para programas de apoyo a los veteranos y proyectos de la agricultura, transporte, vivienda, energía y minas se extenderian hasta el 19 de enero, mientras que el Departamento de Estado, Defensa y Seguridad Nacional tendrían financiación hasta el dos de febrero.
    
Pero esta fórmula no complace a todos los republicanos, de hecho de los 95 votos en contra, 93 fueron de miembros de ese partido. Señalan que no contempla los recortes presupuestarios que reclaman para varios programas gubernamentales y controles de inmigración más estrictos en la frontera con México.
   
El plan de gasto tampoco tiene en cuenta el pedido del presidente estadounidense, Joe Biden, de más recursos para apoyar a Ucrania e Israel, a los que el gobierno ha destinado cuantiosos fondos, aún ante el cuestionamiento de muchos.
    
Un cierre gubernamental llevaría a que las agencias federales, con algunas excepciones, deberían  cerrar sus operaciones. Muchos empleados gubernamentales no recibirían su salario.
  
A igual situación se enfrentarian los trabajadores de las entidades que ejercen funciones esenciales y continuarían laborando  durante el cierre.
   
Desde 1976 hasta el presente han habido en Estados Unidos una veintena de cierres del gobierno, ya sea por horas o días. En 2018 durante la presidencia de Donald Trump se registró el más largo en cuatro décadas.
   
Treinta y cinco días duró y tuvo un costo de aproximadamente once mil millones de dólares. A esta situación se llegó por la exigencia de Trump de que se otorgaran fondos adicionales para la construcción de un muro en la frontera con México, sin embargo, se encontró con el rechazo de los demócratas.
    
Ahora se buscará que el Senado apruebe la propuesta y que el presidente Joe Biden la firme antes de la medianoche del venidero día 17, pues en caso contrario viviría Estados Unidos un nuevo cierre del gobierno, con las consabidas afectaciones para cerca de dos millones de empleados gubernamentales y pérdidas económicas.