Imagen de archivo/RHC
Por María Josefina Arce
Cuba iniciará el 2024 con una importante responsabilidad. Será sede una vez más de un nuevo ciclo de las conversaciones de paz entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y el insurgente ELN, Ejército de Liberación Nacional de Colombia.
A partir del 22 de enero transcurrirá en La Habana la Sexta ronda del diálogo. De acuerdo con un comunicado conjunto emitido en México donde se efectuó la quinta etapa, este encuentro en la capital cubana facilitará el Punto de Contacto Interciclos de la Mesa de Diálogo.
Ya entre mayo y junio de este año la capital cubana fue escenario del Tercer ciclo, durante el cual se firmaron trascendentales acuerdos referidos a la participación de toda la sociedad colombiana en la construcción de la paz total que promueve el presidente Petro.
Asimismo se suscribió un convenio para un alto al fuego bilateral y nacional de 180 días, que entró en vigor a principios de agosto pasado y debe extenderse hasta finales de enero venidero.
La firma de estos importantes acuerdos en La Habana estuvo presidida por el mandatario colombiano y su homólogo cubano, Miguel Díaz Canel.
El regreso de las conversaciones a territorio cubano es un reconocimiento a la seriedad y compromiso de la Mayor de las Antillas como país garante del proceso de Paz en Colombia.
De hecho ambas partes han destacado que Cuba ha sido indispensable en la búsqueda de la paz entre el gobierno colombiano y el ELN. No de ahora, han señalado, sino de tiempo atrás.
La Habana fue sede con anterioridad de estos contactos con el ELN hasta que en 2018 el gobierno del entonces presidente Iván Duque decidió romper el diálogo, tras una acción del grupo insurgente.
El total cumplimiento por Cuba de los protocolos establecidos en caso de ruptura de las negociaciones, llevó a que Estados Unidos volviera a incluirla en su unilateral y arbitraria lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo.
La ONU también ha resaltado que Cuba como pocos países ha hecho mucho por la paz en Colombia. Recordemos que la nación antillana también fue sede del diálogo entre el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos y la otrora guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, y que culminó con la firma de un histórico Acuerdo de Paz.
Ahora nuevamente Cuba con total responsabilidad, seriedad y neutralidad cumplirá con su función de país garante del proceso de Paz en Colombia, una modesta contribución para lograr la reconciliación de los colombianos.