Imagen ilustrativa tomada de Uneac
Por María Josefina Arce
Cuba vuelve a iluminarse como cada 27 de enero con la tradicional Marcha de las Antorchas, que se realiza a lo largo y ancho del país. Cubanos de diferentes generaciones rendirán homenaje al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, en víspera de su natalicio 171 y cuyo pensamiento ha trascendido el tiempo y rebasado nuestras fronteras, siendo un referente a nivel mundial, sobre todo en esa América nuestra.
Es una fecha que nos convoca a reflexionar sobre la importancia y urgencia de aplicar diariamente su ideario, impregnado de un profundo amor a la Patria, independencia, latinoamericanismo, antimperialismo, solidaridad y humanismo, y que forman parte de la esencia de la revolución cubana.
Martí abogaba por la dignidad plena del hombre, por la justicia social, principios que han regido el accionar de la revolución desde su triunfo en enero de 1959.
El acceso a la salud, educación y otros derechos humanos esenciales de todos los ciudadanos comenzarían a ser una realidad desde ese momento en Cuba, bajo la certera dirección del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, en quien confluye el pensamiento martiano.
En cada proyecto social llevado a cabo durante todos estos años en el territorio cubano está presente sin dudas, el pensamiento del Héroe Nacional, y sus anhelos de progreso.
La Mayor de las Antillas también haría suya esa solidaridad y humanismo hacia todos los hombres y pueblos de Martí, quien no toleraba las injusticias.
Durante décadas han llegado hasta los más recónditos lugares del planeta nuestros profesionales de la salud, quienes, como señaló Fidel, son creadores de un mundo más humano, como lo quiso Martí.
Pero Cuba también acoge en su suelo a jóvenes de otras naciones para estudiar diversas carreras. Precisamente en noviembre venidero cumplirá 25 años de fundada la Escuela Latinoamericana de Medicina, nacida del humanismo y solidaridad del líder histórico de la revolución cubana, fiel seguidor del ideario martiano.
Sus valores de dignidad, unidad, independencia y soberanía son parte indisoluble de nuestra nación y de una importancia crucial, ante las constantes campañas contra nuestro proceso revolucionario.
José Martí nos dejó a los cubanos, pero también a los ciudadanos de todo el mundo, múltiples enseñanzas de cómo ser mejores hombres y mujeres. Del deber de ayudar y trabajar por el bienestar de todos. Su obra, pensamiento y accionar trascendió su tiempo y el espacio geográfico. Es el mas universal de los cubanos, el "hombre más puro de la raza", como lo calificara la poetisa chilena Gabriela Mistral.