Foto:Noticias 24 horas
Por Roberto Morejón
La oposición más radical en Venezuela y fuerzas desde el exterior siguen empeñadas en truncar la Revolución Bolivariana, como ha evidenciado Estados Unidos al aplicarle sanciones al país sudamericano.
Los antagonistas recalcitrantes intentan nuclearse en torno a la directiva de esa tendencia María Corina Machado, un personaje que desde el exterior buscan inflar como una figura de arraigo.
Pero Machado tropieza con dictámenes legales. El Tribunal Supremo de Justicia declaró improcedente la demanda interpuesta por la agrupación Vente Venezuela contra su inhabilitación para cargos públicos.
El órgano supremo de justicia reafirmó la vinculación de la aludida a una trama de corrupción encabezada por el llamado “presidente interino”, hoy caído en desgracia, Juan Guaidó.
Con anterioridad la Contraloría General de la República inhabilitó a Machado para ejercer cargos públicos por errores y omisiones en sus declaraciones juradas de patrimonio.
La justicia le imputa a María Corina Machado propiciar el bloqueo y contribuir al despojo de empresas estatales en el exterior.
La aludida, quien opta por un cargo de elección popular de cara a los comicios del segundo semestre en Venezuela, es egresada del programa de líderes mundiales en políticas públicas en la Universidad estadounidense de Yale.
Como buena alumna propone una opción contraria al socialismo, con privatización de entidades como PDVSA.
Los venezolanos no olvidan que en unión a Leopoldo López y Antonio Ledezma, también de la oposición extrema, convocó en 2014 a olas de protestas que cobraron la vida de 43 personas.
Casi 15 años después de aquel intento de desestabilización, se reporta la detención de personas allegadas a María Corina Machado, a las que se les vincula con conspiraciones para asesinar a dirigentes del país.
El Jefe de Estado, Nicolás Maduro, responsabilizó a la oposición de ser parte de las conspiraciones y denunció que el antichavismo se escuda en las elecciones presidenciales para enmascarar su plan de división y odio.
Significativamente, Estados Unidos abogó a favor de los detenidos, entre civiles y militares.
Aunque quienes adversan a la Revolución Bolivariana alegan lo contrario, el gobierno venezolano trata de cumplir con los acuerdos de Barbados, suscritos en octubre pasado con la Plataforma Unitaria de la oposición.
