Consuelo Porras Fiscal General de Guatemala
por María Josefina Arce
La polémica Fiscal General de Guatemala, Consuelo Porras, ha ignorado una y otra vez los pedidos de que renuncie formulados no solo por el presidente Bernardo Arévalo, sino también por gran parte de la ciudadanía del país centroamericano.
Señalada como corrupta y antidemocrática, Porras ha optado por una postura de confrontación con el nuevo mandatario. No acudió a una primera citación de Arévalo, con la excusa de que era ilegal.
Medios de prensa recordaron que nunca tuvo ningún inconveniente para reunirse con los expresidentes Jimmy Morales, quien la nombró para el cargo en 2018, ni con Alejandro Gianmattei de quien fue fiel aliada y el que en 2022 la reeligió como Fiscal General por otros cuatro años
En una segunda reunión con Arévalo a principios de esta semana se ausentó a los pocos minutos, sin rendir cuentas sobre su gestión al frente del Ministerio Público.
Porras impulsó desde su puesto una persecución judicial contra el Movimiento Semilla. Intentó durante todo el proceso electoral del pasado año inhabilitar al partido del presidente, con la justificación de supuestas irregularidades en su inscripción.
La maniobra fructificó en noviembre último, cuando el Tribunal Supremo Electoral validó la orden de un juez penal para inhabilitar a Semilla, lo que fue calificado de inmediato por los expertos como ilegal, pues a un magistrado de esa instancia no le corresponde cancelar, ni suspender a un partido político.
Pero la realidad es que desde que Arévalo y su Movimiento lograron sorpresivamente pasar a la segunda ronda de los comicios generales, efectuada en agosto último, fueron objeto de una persecución por el Ministerio Público y un sistema judicial acusados de corrupción generalizada.
Aunque el Tribunal Supremo Electoral ratificó la indiscutible victoria de Arévalo en las urnas, el Ministerio Público insistió en sus acciones contra el presidente electo.
A menos de un mes de la toma de posesión de Arévalo, el Ministerio cuestionó la validez de los resultados del proceso electoral y pidió su anulación por supuestas irregularidades en el procesamiento de los votos.
Las abiertas acciones de la Fiscal General provocaron un amplio rechazo de la ciudadanía. Los guatemaltecos salieron a las calles para apoyar al presidente electo y exigir la renuncia de Consuelo Porras.
Decisiva fue la movilización de los pueblos indígenas para defender la asunción de Arévalo el pasado 14 de enero.
El gobierno, ha manifestado el mandatario, estudia los mecanismos existentes para lidiar con la situación de mantener Porras su postura de confrontación e incumplir con sus funciones. Por el momento el panorama es tenso, habrá que esperar a ver como se desarrollan los acontecimientos en los próximos días.