Niños en Haití

por María Josefina Arce

Conflictos armados y desastres naturales afectan con especial fuerza a los niños, quienes en muchos casos ven truncados sus sueños y aspiraciones futuras. Se enfrentan a la triste realidad de ver destruidos sus hogares, escuelas y comunidades y a la pérdida de familiares.

En Haití, donde impera la violencia de las pandillas, este sector poblacional está seriamente amenazado. La ONU ha afirmado que cada informe que emite sobre la situación de la niñez en la nación caribeña es más alarmante que el  anterior.

La organización internacional señaló que los niños son víctimas de atrocidades perpetradas por las bandas criminales que van desde asesinatos y secuestros, hasta violaciones y reclutamiento forzado para sus filas.

En los últimos días UNICEF, Fondo de la ONU para la Infancia, denunció que las pandillas saquearon en el principal puerto de la capital, Puerto Príncipe, un contenedor con ayuda esencial para los menores, que están privados de recibir atención médica ante el colapso del sistema sanitario.

Es un hecho que la situación de los niños en territorio haitiano se ha ido deteriorando en los últimos años. Fueron los grandes damnificados por el fuerte   terremoto de 2010, que dejó además, de numerosos infantes muertos o heridos, miles de huérfanos.

Once años después, en medio de la pandemia de la COVID 19,  otro sismo de gran magnitud vino a profundizar las vulnerabilidades ya existentes en el país calificado como el más pobre del hemisferio.

Sumado a esto tras el asesinato también  en 2021 del presidente Jovenel Moïse se disparó la violencia, que con el paso de los meses fue escalando  hasta llegar a la crítica  situación actual.

Ya a mediados del pasado año la UNICEF había alertado que unos tres millones de infantes, la cifra más alta que se habia registrado nunca, necesitaban ayuda humanitaria.

La amenaza para el bienestar de los pequeños se acrecienta por horas. Mientras más tiempo persista el caótico panorama, mayor serán los daños físicos y mentales para este segmento poblacional.

Los niños en Haití están atrapados en un círculo vicioso. La violencia, el hambre, la pobreza e insalubridad forman desde hace tiempo parte de sus vidas. Necesitan urgentemente protección y apoyo.