Lula ha retomado la política de reconocer reservas indígenas
por María Josefina Arce
La agenda climática en Brasil volvió a cobrar importancia, al asumir la presidencia Luiz Inácio Lula da Silva hace ya poco más de un año, en el que se han ido revirtiendo políticas y discursos que ponían en riesgo la protección del medio ambiente.
Desastrosos fueron los 4 años de mandato de Jair Bolsonaro, su antecesor en el Palacio del Planalto.
El ultraderechista recortó el presupuesto al Ministerio del Medio Ambiente y fomentó la agricultura y minería en la Amazonía.
Como resultado la mayor selva tropical del planeta registró una devastadora pérdida de masa boscosa. Sólo en diciembre de 2022, último mes de gestión de Bolsonaro, la deforestación aumentó 150%.
El gobierno de Lula da Silva ha logrado detener la deforestación y retomado la política de reconocer reservas indígenas, lo que posibilita la protección de estas comunidades y la preservación de la biodiversidad en sus tierras.
Ahora firmó el mandatario brasileño las actas del Programa Nacional de Movilidad Verde e Innovación para mitigar las emisiones de carbono del sector automotriz del país.
Esta iniciativa proporciona créditos financieros a quienes inviertan en investigación, desarrollo y producción tecnológica para descarbonizar la flota de automóviles, autobuses y camiones.
El programa, que se espera movilice créditos entre este año y 2028 de 19 mil 300 millones de reales brasileños, forma parte del Plan de Transformación Ecológica, lanzado el pasado año.
Este plan tiene como objetivo impulsar un desarrollo orientado hacia la preservación del entorno y de enfrentamiento al cambio climático.
Y es que como afirmara el presidente brasileño no se puede pensar en ninguna forma de crecimiento económico y de generación de riqueza que no sea verde y sostenible. El planeta, ha subrayado, ya no puede soportar la presión ambiental.
Lula da Silva y el gobierno que preside vienen trabajando para convertir a Brasil en un referente de sustentabilidad. Los pasos dados reflejan su compromiso de priorizar el cuidado del medio ambiente y, en especial de la Amazonía, de suma importancia para la biodiversidad y la regulación del clima en América.