Nuevo presidente de Panamá, José Raúl Mulino
por María Josefina Arce
Desde este lunes Panamá tiene un nuevo presidente. José Raúl Mulino, ganador de los comicios generales de mayo pasado con poco más del 34% de los votos, dirigirá el destino del país istmeño durante los próximos cinco años.
Grandes desafíos esperan al nuevo mandatario, sobre todo reanimar la economía de la nación, una de sus promesas electorales y la principal preocupación de los panameños, que en 2022 protagonizaron las mayores protestas de los últimos años por el alto costo de la vida.
La tarea no será nada fácil. Mulino, quien reemplaza en el alto cargo a Laurentino Cortizo, recibe un país con un déficit fiscal de 7,4% y una deuda pública de 50 mil millones de dólares.
Considerada durante años como una de las economías de mayor crecimiento en la región, hoy el panorama es bien distinto; su principal motor impulsor, el Canal de Panamá, ha enfrentado serios problemas por una fuerte sequía, que llevó a reducir el tránsito de buques por la vía interoceánica.
Mulino también encuentra un sistema de seguridad social colapsado. El programa de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja del Seguro Social está inmerso en una crisis, ante la drástica reducción de las reservas para cubrir el pago de las jubilaciones y pensiones.
Hasta principios de año unas 300 mil personas dependían para cobrar sus jubilaciones de este sistema, al que se van incorporando más ciudadanos.
Ya en agosto del pasado año la OIT, Organización Internacional del Trabajo, calificó de muy crítica la situación del sistema de pensiones de Panamá.
Otros de los problemas que deberán recabar la atención del nuevo presidente es el desempleo, que ronda el 7,4% y afecta fundamentalmente a los jóvenes, así como el aumento de la informalidad en el mercado laboral.
El complejo acceso al agua potable es igualmente uno de los desafíos al que se enfrenta Mulino. De acuerdo con datos oficiales, unas 300 mil personas no tienen el preciado líquido de manera constante, en un país con altos índices de precipitaciones.
Múltiples son los retos para el nuevo gobierno, entre los que también ocupa un lugar preponderante el aumento de la migración irregular por la selva de Darién en su camino hacia Estados Unidos.
Nada fácil será la tarea de Mulino, cuyo mandato también abre otras interrogantes, como cuál será el papel en su gobierno del expresidente Ricardo Martinelli, a quien sustituyó en la carrera electoral, tras su inhabilitación por una condena de 10 años de cárcel por corrupción.