Imagen ilustrativa tomada de radiocubitas.icrt.cu
Por Roberto Morejón
Haití sufre una grave crisis a causa del aumento de la violencia, asociada a la pobreza, pero en medio de tal inestabilidad Cuba no abandona su colaboración.
Así se confirma con la prevista permanencia en la mayor de las Antillas de un nuevo grupo de estudiantes haitianos de pregrado y médicos, cuyo objetivo es cursar especialidades en prestigiosos institutos locales.
Los jóvenes seleccionados, quienes acceden a un tipo de enseñanza muy difícil de alcanzar por las personas de bajos recursos, tienen el compromiso de una vez graduados regresar a Haití a ejercer como profesionales.
No se trata de la primera operación de ese tipo, pues más de mil 300 médicos, técnicos y otros especialistas de la salud de la tierra de Toussaint-Louverture, fueron capacitados en La Habana y otras ciudades de este archipiélago.
Desde la tierra de José Martí se ha brindado cooperación solidaria al país vecino en esferas sensibles como salud, educación, agricultura, deporte, energía y recursos hidráulicos.
Mediante programas cubanos, más de 448 mil haitianos lograron aprender a leer y escribir, progreso que les ayudó a enfrentar la difícil lucha por el sustento diario en un escenario caracterizado por la endeble situación económica y el desempleo.
Asimismo, más de mil 600 jóvenes se han formado en las Universidades cubanas, en tanto procedentes desde La Habana y otras ciudades viajaron al montañoso territorio contiguo centenares de médicos y técnicos.
Con los lógicos reemplazos, una brigada médica cubana se ha mantenido de forma ininterrumpida en Haití desde 1998, donde han desempeñado una faena de alto nivel técnico y humanista.
Durante una intervención extranjera en 2004, los terremotos de 2010 y 2021, las epidemias de cólera, la pandemia de la Covid-19 y la inestabilidad actual, los haitianos pudieron disponer de servicios cubanos de salud.
Los pobladores manifiestan gratitud por la presencia de los profesionales de esa nacionalidad, con su trato afable, y entienden que esa es una forma apropiada de ayuda a un país con una historia notable en las Américas.
Hoy, Haití requiere de una verdadera y significativa asistencia y cooperación para dejar atrás siglos de explotación, saqueos, intervenciones extranjeras y pobreza.
El pueblo de Dessalines busca en condiciones muy difíciles las vías para obtener la paz, siempre con el pleno respeto a la libre determinación e independencia.
La ayuda internacional es bienvenida, pero de forma incondicional.