Imagen ilustrativa tomada de Archivo/RHC
Por María Josefina Arce (RHC)
En su artículo 26 la Declaración Universal de los Derechos Humanos contempla la prerrogativa de cada ciudadano a la educación, un esencial aspecto que está también incluido en la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, esta continúa siendo una realidad bien lejana para muchas personas en el mundo. Se estima que a nivel global más de 700 millones de ciudadanos no saben leer ni escribir.
Para visibilizar esta problemática y ganar en conciencia sobre la necesidad de una educación básica, que brinda a las personas las herramientas necesarias para una mejor calidad de vida, se celebra cada 8 de septiembre el Día Internacional de la Alfabetización.
En Cuba con el triunfo de la Revolución, en enero de 1959, la educación de todos los cubanos pasaría a ser una prioridad de las autoridades, conscientes de su importancia en la formación de una sociedad más justa e igualitaria.
Es así que en 1961 el país libraría una batalla contra el analfabetismo, que alcanzaba a casi 24% de la población y en las zonas rurales era de 41,7%.
Una verdadera proeza sería la Campaña de Alfabetización que abarcó a todo el país. Más de cien mil jóvenes se ofrecieron voluntariamente para llevar el saber a los más recónditos lugares de la geografía cubana.
Una total transformación sufriría la educación tras el triunfo revolucionario, que a partir de ese momento sería gratuita y universal. Ni aún en las más difíciles condiciones que ha vivido el país, se ha dejado de brindar la educación necesaria a cada niño y joven.
El Héroe Nacional de Cuba, José Martí, afirmó que todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después en pago, contribuir a la educación de los demás. Y Cuba haría suyo ese precepto martiano.
La nación caribeña ha ayudado activamente a los esfuerzos globales para eliminar el analfabetismo a nivel mundial, una contribución reconocida por organismos internacionales.
A unos 30 países de América Latina y el Caribe, África, Oceanía e incluso Europa ha llegado el método de alfabetización "Yo sí puedo", ideado por pedagogos cubanos.
Más de diez millones de personas han aprendido a leer y escribir y mejorado sus condiciones de vida, gracias a la iniciativa de Cuba, que en todo momento ha ratificado su compromiso con coadyuvar a eliminar el analfabetismo en el mundo.
