Fascismo siglo XXI
por Guillermo Alvarado
Cuando la Comunidad Económica Europea evolucionó a la Unión Europea tras la entrada en vigor del Tratado de Maastricht el 1 de noviembre de 1993, una buena parte del mundo dio un respiro de alivio porque supuestamente surgía un poder capaz de equilibrar la hegemonía de Estados Unidos.
Eran momentos trágicos en el planeta con la disolución del Campo Socialista europeo y la desaparición de la Unión Soviética, que dejaban como único árbitro en el ámbito internacional a Washington, de la mano del poder exclusivo del dólar en las relaciones económicas globales.
Lamentablemente los líderes de la UE no supieron, no quisieron, o no se les permitió aprovechar el momento de convertirse en un nuevo polo y poco a poco fueron cayendo bajo la atmósfera de la influencia norteamericana.
Aquello que estaba llamado a convertirse en un polo de equilibrio mundial, aún siendo parte del mismo sistema capitalista, se hizo miembro del coro y el euro, destinado a frenar el poder del dólar, cayó en un curso descendente y hoy, junto a la Libra Esterlina, siguen la huella de la divisa verde.
No hay más que ver lo ocurrido en Ucrania para entender cómo la Unión Europea carece de iniciativa propia en el plano internacional.
En los últimos tiempos, sin embargo, surge una nueva amenaza desde ese continente y es el auge de la extrema derecha, es decir del fascismo actualizado al siglo XXI que está mostrando fuerza en buena cantidad de países europeos, como España, Francia, Alemania y ahora en Austria.
Llama poderosamente la atención como una ideología basada en el ultra nacionalismo, el racismo, la xenofobia, el odio y la intolerancia, que ya llevó al mundo a una guerra mundial, está permeando de nuevo a las sociedades en el Viejo Continente.
Políticamente la explicación posible radica en el fracaso de los gobiernos de derecha para resolver las necesidades de las capas medias y pobres de la población y éstas, vacunadas por décadas de furibundos discursos anticomunistas, voltean hacia el extremismo en busca de soluciones.
Hoy día los austriacos lo están viviendo. En un país donde el fascismo alemán prendió con fuerza y sufrió los horrores de la guerra, la gente votó por el extremismo de derecha en los recientes comicios legislativos.
Y ojo, pues el peligro no está sólo del otro lado del Océano Atlántico pues en América Latina estas ideologías no sólo se replican, sino que están ganando poder, como sucede en Argentina con Javier Milei, y amenazan en Chile o México y otras naciones, de la mano de la “Iberosfera” creada por VOX, de España. No es tiempo de dormir, amigos.