La Doctora en Ciencias Físicas Mayra Hernández y el maestro Carlos Canino con el microscopio de efecto túnel.
(Foto: Alexander Isla/Juventud Técnica)
Por Maritza Gutiérrez
El desarrollo de la nanotecnología en el ámbito de la salud ha cobrado relevancia en los últimos años, y Cuba no se queda atrás en este avance. Recientemente, destacados científicos y expertos se han reunido en La Habana para discutir las oportunidades y retos que presenta esta disciplina emergente.
La nanotecnología se refiere al estudio y utilización de materiales a escala nanométrica (un nanómetro es una millonésima parte de un milímetro). Esta tecnología tiene aplicaciones potenciales en diversas áreas, incluyendo la medicina, donde promete revolucionar la forma en que se diagnostican y tratan enfermedades.
En Cuba, el interés por esta tecnología está impulsado por la necesidad de mejorar los sistemas de salud y el acceso a tratamientos avanzados. Según los expertos, la nanotecnología puede facilitar el desarrollo de nuevos medicamentos, sistemas de liberación controlada de fármacos y técnicas de diagnóstico más precisas. Esto podría significar avances significativos en la lucha contra enfermedades crónicas y contagiosas que afectan a la población cubana.
Uno de los aspectos fundamentales discutidos en el encuentro de La Habana fue la colaboración interinstitucional necesaria para fomentar la investigación y el desarrollo en este campo. Se destacó la importancia de unir esfuerzos entre universidades, centros de investigación y la industria farmacéutica para aprovechar al máximo el potencial de la nanotecnología.
A pesar de los desafíos económicos y las limitaciones de recursos, los especialistas manifestaron su compromiso con la innovación y el progreso. El desarrollo de la nanotecnología en salud podría contribuir no solo a la mejora de la calidad de vida de los cubanos, sino también a posicionar a Cuba como un referente en la investigación biomédica en la región.
En resumen, el enfoque de Cuba hacia la nanotecnología en la salud representa una oportunidad invaluable. Con la creación de un entorno propicio para la investigación y la colaboración, se podrían generar soluciones innovadoras que impacten positivamente en el bienestar de la población. A medida que avanza la ciencia, Cuba se perfila para ser un actor clave en el desarrollo de tecnologías que transformen la salud pública.