Derrame de petróleo en Playas de Lobitos,  Perú

por María Josefina Arce

Perú tiene una larga historia de derrames de petróleo y daños al entorno. De acuerdo con el Grupo de Trabajo de Impactos de Hidrocarburos de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, en la nación se han registrado entre 1997 y 2023 más de 1400 emergencias por ese motivo.

Y ahora ha vuelto Perú a vivir un desastre ambiental. En los últimos días se registró un derrame de petróleo en Playas de Lobitos, uno de los  balnearios más importantes del norte del país andino, y que ha generado preocupación por el daño a la vida marina en la zona.

Las imágenes de tortugas, peces y cangrejos  cubiertos del hidrocarburo recuerdan lo acaecido hace dos años cuando unos 12 MIL barriles de la multinacional española Repsol se vertieron en las costas de Ventanilla,  al norte de Lima, la capital.

Aunque ahora el derrame no ha sido de tal magnitud, también ha ocasionado daños ambientales y afectaciones económicas a las poblaciones cercanas que viven de la pesca.

La historia se repite. El desastre de hace dos años provocó la muerte de miles de especies y afectaciones a la pesca artesanal y el turismo, dejando sin su medio de subsistencia a miles de familias peruanas.

Por demás, fue lenta e insuficiente la respuesta de la multinacional, que en un primer momento dio una cifra menor de barriles vertidos e intentó minimizar su responsabilidad y achacar el hecho a un fuerte oleaje en la zona causado por un tsunami  resultado de la erupción de un volcán en Tonga.

Sin embargo, personas presentes en el área desmintieron esa versión, al asegurar que el mar estaba tranquilo.

 Ahora el gobierno de la autoproclamada presidenta Dilma Boluarte decretó emergencia ambiental durante 90 días para proceder a la limpieza del área, tras el derrame, responsabilidad de la estatal  Petroperú.

Pero organizaciones  ecologistas reclaman que también se ayude a la recuperación de los ecosistemas  ya que en los arrecifes de coral hay especies únicas.

Y otra vez se intenta minimizar el hecho. PetroPerú dijo que no fue un derrame, sino una fuga del hidrocarburo en la refinería de Talara y que la zona ya estaba limpia, lo cual fue cuestionado por pobladores del lugar.

Lo cierto es que este es  un tema muy sensible para la sociedad peruana, que ha sido testigo a lo largo de los años de los constantes daños al medio ambiente y la ausencia de una rápida y eficaz respuesta.