Por: Roberto Morejón
Como la rama del turismo se convirtió en la más dinámica de la economía cubana, corresponde elevar la calidad para que los visitantes extranjeros sigan considerando atrayente este mercado.
En medio de un inusitado ir y venir de personas que llegan a Cuba en busca de sol, playa, opciones culturales, patrimoniales y de naturaleza, la industria turística impulsa la rehabilitación de habitaciones hoteleras.
Un constante movimiento de reparaciones se observa en los alojamientos de muchos polos turísticos, donde se trata de dejar como nuevas cerca de 5 mil habitaciones.
El grueso de las obras se acomete en La Habana, Varadero, Cayo Coco y Jardines del Rey y el objetivo inmediato es afrontar con una mejor infraestructura la actual temporada alta, extendida hasta abril, y las venideras.
Con la intensa labor de reparación, los trabajadores del turismo se alistan para elevar el modelo de calidad como parte del mejoramiento de la infraestructura en general.
El Ministerio de Turismo destinó en el plan económico de este año el equivalente de mil 300 millones de dólares para inversiones, dirigidas principalmente a aumentar las capacidades habitacionales.
Las erogaciones están justificadas en un contexto muy favorable, sustentado por el balance de enero pasado y el 2015.
El primer mes del año concluyó con cifra récord al recibir casi 419 mil visitantes, sobrepasarse el plan para el período en 7,6 por ciento y crecerse 13,5 por ciento con referencia a igual mes de 2015.
Directivos de la rama turística destacaron que enero NO se caracteriza por notables arribos a este mercado, a pesar de ser temporada alta, pues los récords se concentran en marzo.
La llamada industria del ocio también alcanzó en enero resultados históricos en ingresos, utilidades y en la disminución de los costos y gastos, por lo que una parte de los recursos disponibles se revertirán en la recuperación de habitaciones.
Es oportuno subrayar que se trata de índices relativos al sistema estatal porque en Cuba florece igualmente el arrendamiento de viviendas para atender a visitantes extranjeros.
Más de 14 mil viviendas alquilan a esas personas y como es lógico sus ingresos no se contabilizan en las arcas del país.
Una tendencia igualmente positiva se manifestó en 2015, cuando el número de visitantes extranjeros creció 17,4 por ciento al acoger más de tres millones 524 mil.
Como los directivos consideran posible recibir este año 175 mil 200 turistas más que los contabilizados en 2015, resulta determinante el rescate de habitaciones y ampliar las ofertas extrahoteleras.
Todo ello junto a la proverbial hospitalidad de los cubanos consolidará el soporte de la dinámica industria del turismo.
