Por: Roberto Morejón

Las autoridades sanitarias cubanas implementan la segunda etapa intensiva en la lucha contra el Aedes Aegypti, mosquito transmisor del zika, chikungunya y dengue, procedimiento que, como el anterior, cuenta con el respaldo de importantes recursos humanos y materiales.

Miles de operarios con equipos para fumigar, una parte de ellos nuevos a partir de la segunda etapa, la labor organizada en los consultorios del médico de la familia y en los policlínicos así como la colaboración de estudiantes, caracterizan el momento actual.

Los alumnos ayudarán a la educación de los ciudadanos en las actividades para la erradicación del Aedes Aegypti, porque si bien los niveles de infestación se redujeron desde el inicio de la etapa anterior, todavía la situación epidemiológica es compleja.

Ante la detección de los primeros casos de zika en Cuba, la mayoría importados, los expertos afirman que la única seguridad del país es la continuidad de las faenas para eliminar las posibilidades de transmisión y garantizar su calidad.

Por sus múltiples planes de cooperación con otros países, Cuba está expuesta al zika, cuyo virus se propagó en diversas regiones, sobre todo en América Latina, y fue declarado como una emergencia sanitaria de relieve internacional.

En consonancia con esa alerta, personal especializado garantiza el monitoreo de la temperatura diariamente durante diez días antes de su salida para Cuba a todos los colaboradores.

Los médicos de la familia incrementan en la mayor de las Antillas la vigilancia en embarazadas y mujeres en edad fértil con proceso febril o residentes en áreas de alta infestación del mosquito Aedes y la trasmisión de las enfermedades.

No se pierde de vista que la expansión del zika se acompañó en otros países de un incremento de casos con complicaciones neurológicas en niños nacidos de madres que padecieron la enfermedad.

Ante los reiterados avisos a través de los medios de comunicación y de técnicos a través de audiencias sanitarias en las comunidades, los ciudadanos aumentaron la percepción de riesgo y abren sus casas a la fumigación antivectorial.

No obstante, ante una exigua minoría que se negó a tales procedimientos, los órganos judiciales comenzaron a aplicar la legislación vigente por obstruir las medidas anti epidémicas adoptadas de acuerdo con la situación epidemiológica.

Al término de la primera fase de la campaña intensiva de

lucha contra el mosquito Aedes, se alcanzan en Cuba resultados más favorables que en el momento de su inicio.

Ahora resta acometer la segunda fase con más eficacia y disciplina para lograr un avance mayor. FIN