Por: Guillermo Alvarado

Un intenso movimiento de solidaridad se ha despertado en varias regiones del planeta hacia Ecuador, azotado la noche del sábado por un violento terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que causó graves daños en la zona del litoral del océano Pacífico con saldo de cientos de fallecidos y miles de heridos.

Desde el primer momento las autoridades locales pusieron a disposición todos los recursos del Estado para enfrentar la emergencia y el presidente Rafael Correa, quien estaba de visita en El Vaticano y retornó la noche del domingo, hizo un llamado a la calma y la unidad nacional.

Ánimo país, ánimo. Saldremos adelante. Todo se puede recuperar excepto la vida. Nuestro abrazo solidario a las familias de los fallecidos, expresó el primer mandatario y pidió no prestar atención a los rumores que suelen desatarse tras una tragedia de tal magnitud.

Desde Cuba partió hacia la nación andina un contingente de la Brigada Henry Reeve, especializada en el enfrentamiento de desastres y epidemias, que se sumará a los más de 700 especialistas de la salud que prestan servicios de manera permanente enEcuador.

Una nota oficial emitida en La Habana ratificó la solidaridad y el apoyo del gobierno cubano a ese hermano pueblo en esta dura prueba a que ha sido sometido por la naturaleza.

Desde 1979 no ocurría un movimiento telúrico de esa fuerza en la nación que, como gran parte del continente, está cruzado por el llamado « cinturón de fuego », un sistema montañoso y volcánico que provoca gran inestabilidad en las capas inferiores de la tierra.

La situación más compleja parece ser en la provincia de Manabí, de manera particular en la ciudad costera de Manta, donde hubo graves daños en las viviendas y la infraestructura.

Tras conocerse la magnitud del desastre Venezuela envió de inmediato ayuda por vía aérea y también se conoció del arribo de equipos de rescate desde Colombia y México, dotados con herramientas especiales para levantar los escombros y rescatar a quienes pudieran estar atrapados.

Como es habitual en estos casos, el número de víctimas fatales y de lesionados podría aumentar en la medida en que avancen las tareas de limpieza, hacia la cual están enfocados en estos momentos todos los esfuerzos.

La gubernamental Alianza País puso en movimiento a todas sus estructuras para atender la emergencia y se desplegaron 10 mil efectivos de las fuerzas armadas y más de cuatro mil 500 policías para contribuir a las tareas de rescate y resguardar el orden.

Este lunes se celebra una reunión de la Comunidad Andina en la ciudad de Lima, capital de Perú, donde los miembros de ese bloque analizarán las medidas a tomar para ayudar a Ecuador a reducir las secuelas del sismo.

Mientras tanto continúan llegando mensajes de aliento y solidaridad desde todos los continentes, en clara muestra de que, ante las fuerzas incontrolables de la naturaleza, ese pueblo no está solo y ocupa un lugar en el corazón y la mente de todos los hombres de buena voluntad en este planeta, que están convencidos de que con unidad y valor, los ecuatorianos sabrán salir adelante.