Por: Guillermo Alvarado

Numerosas organizaciones sociales y de izquierda de El Salvador expresaron su repudio por la presencia en la nación centroamericana del desprestigiado expresidente del gobierno español, José María Aznar, quien pretende dictar lecciones contra la corrupción durante un foro organizado por el sector empresarial más conservador.

El antiguo jefe del ejecutivo de España y su organización política, el Partido Popular, PP, están señalados ante la justicia por cometer numerosas fechorías contra los fondos del Estado, cobrar sobresueldos y aprovecharse del ejercicio del poder para beneficio personal.

La iniciativa de la Asociación Nacional de la Empresa Privada salvadoreña de traer a ese personaje justamente a dictar una conferencia sobre la lucha contra la corrupción fue considerada como una burla, o una ofensa, por diversos sectores de la sociedad.

De acuerdo con el secretario técnico de la presidencia, Roberto Lorenzana, se trata de una bofetada contra la población.

Agregó el funcionario que el primer mandatario, Salvador Sánchez Cerén, declinó asistir al evento empresarial donde está invitado Aznar.

En similares términos se expresaron docentes organizados en diversos sindicatos, los miembros la Asociación de Radios y Programas Participativos, la Red Salvadoreña de Solidaridad con Venezuela y otros grupos.

El Movimiento Ciudadano 5+, que aglutina a unas 200 organizaciones progresistas y de izquierda, recordó que el político español carece de la menor autoridad para erigirse como un ejemplo, cuando él mismo está cuestionado por evasión de impuestos y otras faltas graves.

Los salvadoreños también denunciaron el lamentable papel que ha jugado José María Aznar como un peón al servicio de los peores intereses hegemónicos de Estados Unidos, que lo utilizan como punta de lanza contra los gobiernos progresistas de América Latina y El Caribe.

Tras su derrota electoral en 2004, se puso totalmente al servicio del entonces presidente norteamericano George W. Bush y el Partido Republicano para difundir el anticomunismo y pregonar las doctrinas neoliberales.

Con ese propósito creó la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, FAES, que le sirve de pantalla para visitar países de la región y contactar con sectores de la derecha conservadora.

La FAES recibe sus fondos de grupos empresariales franquistas españoles, la organización religiosa Opus Dei y sectores de inteligencia de Estados Unidos y en muchas ocasiones coordina sus acciones con la Agencia para el Desarrollo Internacional, tristemente conocida como USAID, por sus siglas en inglés.

Son conocidas sus arremetidas públicas contra el pueblo y la Revolución de Cuba, la Venezuela bolivariana y chavista y los gobiernos de Bolivia, Ecuador y Nicaragua, entre otros.

Tampoco es una casualidad, o un desliz, que la Asociación Nacional de la Empresa Privada haya invitado a un sujeto de esa catadura para hablar de corrupción en El Salvador.

El grupo está muy ligado con el partido Alianza Republicana Nacionalista, cuyos principales líderes están justamente acusados por delitos de esa naturaleza.

Dios los cría, dicen, y el diablo los junta.