Por: Roberto Morejón

Una brigada de salud enviada por Cuba, integrada entre otros por médicos, enfermeros, epidemiólogos y fisiatras, ha mostrado su disposición a permanecer en zonas de Ecuador devastadas por un reciente terremoto y seguir brindando su servicio abarcador.

Los integrantes del contingente Henry Reeve, conformado en Cuba para atender a víctimas de desastres, llegaron poco después del sismo que sumió a Ecuador el pasado 16 de abril en la peor tragedia en casi 70 años.

Pescadores, campesinos y moradores de poblados y ciudades devastados total o parcialmente han visto a los cubanos atender a los heridos y damnificados lo mismo en el portal de una vivienda semiderruída que en carpas.

Por calles, con frecuencia agrietadas, y caminos angostos marchan, a veces a caballo, los profesionales de la salud en busca de parajes remotos, para cumplir su misión humanitaria y técnica, que incluye labores de prevención.

Sus faenas fueron cumplidas cabalmente en medio de las réplicas que sobrecogieron a toda la población, como si temieran la repetición de la catástrofe.

Portoviejo, Bahía de Caráquez, Jama, Manta, Bahía, Canoa y Pedernales, nombres que se hicieron tristemente célebres por estar entre las zonas ecuatorianas más castigadas, son el centro de las tareas de los profesionales enviados por Cuba.

En medio de una tragedia que causó 660 muertos, más de17 mil heridos y 30 mil desplazados, muchos de ellos hoy viviendo en carpas, los socorristas cubanos desafían las altas temperaturas del día y el frío nocturno de la costa ecuatoriana, en sus viajes hacia los sitios donde más los requieren.

En muchas áreas improvisadas NO hay luz eléctrica, pero el gobierno concentró allí a los damnificados para proporcionarles alimentos y cuidados de salud.

A Ecuador también viajó un grupo de cubanos especializados en quehaceres de rescate, quienes ya regresaron a su tierra natal después de una semana de búsqueda de posibles supervivientes.

Cerca de 700 médicos, enfermeros y técnicos de la salud que trabajan de forma permanente en Ecuador en cumplimiento de acuerdos firmados entre Cuba y el país sudamericano, mostraron su disposición a acudir a las regiones afectadas por el sismo.

Tres de los colaboradores cubanos que prestaban servicio en aquel país murieron durante el terremoto y su ejemplo sirvió de acicate al resto para cumplir su misión.

El país caribeño, junto a 34 de otras latitudes, integraron el grupo de los que brindaron socorro a los ecuatorianos y a los que la Asamblea Nacional agradeció recientemente por tan hermoso gesto.

Junto a ese reconocimiento destaca el cariño y la gratitud de los pobladores.

Ecuador, cuyo gobierno es defensor de la integración latinoamericana, ha recibido muestras de solidaridad con creces ante el terrible desastre natural. FIN