Por:Roberto Morejón
La visita que realizó el primer vicepresidente cubano Miguel Díaz-Canel a Belarús se inscribió en el fluido intercambio de opiniones existente entre ambos gobiernos y allanó el camino hacia el incremento de los proyectos conjuntos en la esfera económica.
La permanencia del alto dirigente del Estado y el gobierno de Cuba en Minsk contribuyó a reafirmar el excelente nivel de las relaciones, la coincidencia en numerosos temas de proyección internacional y el interés por aumentar los intercambios de bienes y servicios.
Altos dirigentes del país eslavo, entre ellos el presidente Alexander Lukashenho, atendieron personalmente al alto funcionario del país caribeño.
Lukashenko visitó a Cuba en junio de 2012 en ocasión de cumplirse dos décadas de nexos diplomáticos entre ambas naciones.
En septiembre pasado, se entrevistó en Nueva York, sede la ONU, con el presidente cubano, Raúl Castro, encuentro amistoso en el que revisaron el estado de las relaciones bilaterales y definieron líneas de colaboración.
Sobre esos asuntos conversó ahora Díaz-Canel con sus interlocutores belarusos, interesados en la búsqueda del equilibrio comercial.
Los nexos bilaterales se rigen por una gama de soportes jurídicos que llegan a la cifra de 30 y el intercambio de bienes y servicios sumó 67 millones de dólares en 2015, con incremento de 50 por ciento en relación con el año precedente, según fuentes de Minks.
Si bien existen vínculos importantes por los envíos de medicamentos cubanos así como de maquinaria agrícola y equipos de transporte belarusos, los dos gobiernos consideran que se abren nuevas perspectivas.
Se trata de aumentar la cooperación en la agricultura, transporte, ciencia e innovación tecnológica, en particular en la industria biotecnológica, y pasar a esquemas más complejos de producción cooperada.
Esa iniciativa pudiera concretarse en la industria farmacéutica, esfera en la que Cuba tiene prestigio internacional.
En ese sentido destaca la propuesta de fuentes legislativas de Belarús para crear empresas del sector farmacéutico en parques tecnológicos en construcción.
Belarús tiene mucho que aportar a tales proyectos, pues cuenta con personal bien calificado, el mismo que ayudó a garantizar la seguridad alimentaria y la exportación de un volumen anual de esos renglones por siete mil millones de dólares.
Esa experiencia así como el equipamiento agrícola que fabrica Belarús pueden ayudar a los cubanos en una etapa en la que tratan de aumentar la producción alimentaria, hoy deficitaria.
Los cubanos confían en sus amigos de Belarús y darán la bienvenida a más turistas de esa procedencia, una posibilidad también analizada durante el fecundo diálogo que generó en Minks la visita del Primer Vicepresidente Miguel Díaz-Canel.
