por María Josefina Arce

Durante tres décadas el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología ha llevado al más alto sitial a la ciencia cubana. Sus notables resultados con un impacto directo en la salud, la agricultura y el medio ambiente lo han convertido en una institución insignia a nivel internacional.

Fundado por el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, el centro, del grupo empresarial BioCubaFarma, posee actualmente más de 200 registros sanitarios en 34 naciones, y al cierre de 2015 tenía mil 130 solicitudes de patentes presentadas en el exterior.

De ellas un 70 % aceptadas en países de Europa occidental, Canadá, Japón, Estados Unidos, Brasil, Australia, India y Argentina, entre otros.

A pesar del bloqueo norteamericano contra Cuba que impone constantes obstáculos en la adquisición de equipos e insumos, múltiples son los productos creados por esta institución que han tenido una excepcional acogida a nivel internacional y que hablan de la consagración y los años de investigación y perseverancia de los científicos cubanos.

Ese es el caso del Heberprot-P, registrado en 23 países, y que recientemente obtuvo la licencia que permite su evaluación clínica en Estados Unidos. Este fármaco ha beneficiado a más de 250 mil personas de varias naciones con úlcera del pie diabético, de ellos unos 56 mil cubanos.

Este medicamento único en el mundo ha reducido el índice de amputaciones en pacientes con este padecimiento hasta un 75 por ciento.

Aunque el Heberprot-P es uno de los más conocidos, no podemos dejar de mencionar el interferón y vacunas como la pentavalente Heberpenta, que combina cinco antigenos contra la difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y la influenza tipo B.

El hecho es que los productos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología contribuyen al diagnóstico, prevención y tratamiento de casi 30 enfermedades.

En la actualidad el centro científico cuenta con más de 50 proyectos de investigación y desarrollo, que abarcan vacunas humanas y veterinarias, proteínas recombinantes para uso terapéutico y péptidos sintéticos.

Líder de la biotecnología cubana, la institución tiene ante sí muchos retos, pues busca constantemente dar respuesta a diversos problemas no solo de salud, sino también en la agricultura y el medio ambiente para coadyuvar en la construcción de un socialismo próspero y sostenible.

De ahí que tenga como meta obtener productos más novedosos que afiancen a la biotenología cubana como un pilar para el futuro desarrollo del país.