por Guillermo Alvarado
Numerosas voces se alzaron en el Consejo de Seguridad de la ONU para exigir el cese de las agresiones de Israel contra Palestina, el fin del criminal bloqueo a la Franja de Gaza y la detención definitiva del programa de colonización y usurpación de tierras que lleva adelante el gobierno judío.
Durante una sesión especial para analizar la situación en el Oriente Medio, el Movimiento de Países No Alineados reclamó que durante mucho tiempo ese organismo ha permanecido impávido ante la actitud del estado sionista, que viola constantemente los acuerdos internacionales.
El grupo, donde están representados 120 de los 193 países miembros de la Organización de las Naciones Unidas, dijo que la ocupación israelí del territorio palestino genera una grave amenaza para la paz en todo el Oriente Medio y más allá de ese territorio.
Criticó también la actitud de Estados Unidos, que constantemente aplica el antidemocrático derecho al veto para evitar la aplicación de sanciones contra Tel Aviv, lo cual no hace sino avivar las agresiones del ejecutivo judío.
El representante permanente de Ecuador ante la ONU, Horacio Sevilla, reiteró el apoyo a la causa palestina de poseer un Estado independiente, con las fronteras que existían en 1967 y con Jerusalén oriental como capital.
Ese anhelo es reconocido por la mayoría de naciones del planeta, pero impedido una y otra vez por Israel con el apoyo abierto de Washington.
La situación de los palestinos bajo ocupación es cada vez más preocupante, sobre todo en la Franja de Gaza, una pequeña extensión de 360 kilómetros cuadrados donde se agrupa un millón 800 mil personas.
La situación de salud es desesperada, sobre todo después de la operación sionista Margen Protector del verano de 2014, cuando en 51 días de constantes bombardeos se destruyó buena parte de la infraestructura sanitaria, incluido el hospital Al Wafa, que aún no se ha logrado restaurar.
Además de servicios de salud, en ese lugar escasean el agua, los alimentos, la red de drenajes es deficiente y cada día se vierten en las playas 90 millones de litros de desechos no tratados, lo que representa un riesgo para las personas.
Cada cierto tiempo la crisis humanitaria en Palestina es tema de debate en la ONU y otros foros, pero cientos de resoluciones van y vienen, sin que mejore un ápice la situación de ese pueblo, víctima de uno de los crímenes contra la humanidad más prolongados y odiosos, que merecería llevar a los líderes sionistas ante los tribunales, como una vez fueron los jefes nazis ante la corte de Núremberg, para pagar los delitos cometidos en la II Guerra Mundial.