Por María Josefina Arce

Malestar e indignación deja la organización de los foros alternativos a la Octava Cumbre de las Américas, en Perú, que muchos delegados de Cuba y otras naciones latinoamericanas y caribeñas califican de poco transparente y amañada.

La delegación cubana criticó el procedimiento elegido por los organizadores de la cita hemisférica para decidir la participación y representación de algunos sectores. Recordemos que dos organizaciones no gubernamentales de la Mayor de las Antillas como los CDR, Comités de Defensa de la Revolución, y la ANAP, Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, no fueron aprobados para participar en los eventos en Lima.

De injusta, arbitraria y selectiva fue calificada la decisión, pues la ANAP es una organización que representa a 380 mil campesinos cubanos, mientras que los CDR cuenta con más de de ocho millones de miembros en todo el archipiélago.

Por su parte, el coordinador de la coalición 15 del Foro de la Sociedad Civil, Fermín Quiñones, cuestionó en la capital peruana la manera en que se ha estructurado el diálogo de las organizaciones de la sociedad civil con los representantes de los gobiernos.

Señaló que personalidades de varios países fueron impedidas de integrarse a la coalición 15 del foro, en la que hay delegados de 19 naciones, aunque la mayoría había solicitado su acreditación con tiempo y de modo apropiado.

La selectividad y el carácter poco democrático presente en los eventos ha causado un creciente malestar no solo entre los participantes de Cuba, sino también de otras naciones y ha hecho que en determinados momentos los ánimos se caldeen.

La Organización de Estados Americanos, que tradicionalmente ha utilizado el Foro de la Sociedad Civil para atacar a países que no son del agrado de Estados Unidos, ha chocado en la capital peruana con la oposición de los jóvenes y su empeño de hacer prevalecer sus derechos.

Es así que delegados al Quinto Foro de Jóvenes de las Américas sacaron a Luis Almagro, secretario general de la OEA, de la sala donde dialogaba con algunos participantes al encuentro, para increparlo pues se les impedía la entrada al recinto.

Los jóvenes exigían su derecho a entrar, porque habían pagado sus gastos para estar allí y participar en el debate. Dejaron bien claro que ellos y no la OEA habían pagado sus boletos.

De hecho los jóvenes demandaron que no fuera invadido su espacio, que para eso la desacreditada OEA tenía las mal llamadas Cumbre de las Américas, de la que ahora en contubernio con Washington y otras naciones aliadas se ha encargado de excluir a Venezuela.

Los delegados obligaron a Almagro y al equipo de seguridad a dejarlos entrar. “Sí se puede”, gritaban a la vez que ingresaban en la sala para asistir a la inauguración oficial del V Foro de Jóvenes de las Américas.

Pero aún en medio de las manipulaciones de la OEA para intentar silenciar a los verdaderos representantes de los pueblos latinoamericanos y caribeños, en Lima delegados de organizaciones de la sociedad civil y de los pueblos indígenas han reivindicado la necesidad de concretar una América más independiente, solidaria, unida y promotora del desarrollo y bienestar de sus habitantes, al tiempo que denunciaron los planes hegemónicos de Estados Unidos, en particular la pretensión de revitalizar la colonialista Doctrina Monroe.