por Pedro Martínez Pírez
De muchos países del mundo llegan noticias sobre los actos que se preparan para rendir homenaje a Fidel Castro, quien el próximo 13 de agosto cumplirá 90 años de edad, algo que significará un trago amargo para aquellos que participaron en más de seiscientos intentos de magnicidio que desde 1959 se organizaron contra el líder histórico de la Revolución Cubana.
Tampoco será noticia agradable para aquellos periodistas y políticos que en la última década y desde Miami anunciaron muchas veces, porque también lo deseaban, la muerte de Fidel.
Y aunque como nos dijo José Martí la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida, Fidel está vivo y continúa lúcido, como lo demostró durante su reciente participación en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en abril pasado en La Habana.
Y uno de los homenajes más emblemáticos a Fidel tendrá lugar en Quito el próximo viernes, en la Capilla del Hombre, la obra magna de Oswaldo Guayasamín, que fue inaugurada el 29 de noviembre de 2002, tres años y ocho meses después del fallecimiento del Pintor de Iberoamérica.
Pero en la inauguración de la Capilla del Hombre estuvo Fidel Castro acompañado por el inolvidable presidente venezolano Hugo Chávez, confirmando el Comandante cubano su lealtad al artista ecuatoriano para el cual posó en cuatro ocasiones a lo largo de su vida.
Y fue precisamente Oswaldo Guayasamín y su familia ecuatoriana quienes, en agosto de 1988, en la casa del Maestro y con la presencia de numerosos invitados a la toma de posesión del presidente Rodrigo Borja, iniciaron las celebraciones de los cumpleaños de Fidel, entonces el número 62, pero convertidas luego en una tradición por los hijos y otros familiares del pintor.
Guayasamín dijo que Fidel Castro era un volcán en permanente erupción, pero un volcán de sabiduría y de ternura. Y el líder histórico de la Revolución Cubana aseguró que su amigo Guayasamín era el hombre más noble que había conocido en su vida, y le reconoció como el profeta del porvenir.
Por eso no tiene nada de extraño que la Fundación Guayasamín, la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” y otras instituciones del Ecuador, celebren el próximo viernes en la Capilla del Hombre el 90 cumpleaños de Fidel, quien en su primera visita al país, el 4 de diciembre de 1971, en la ciudad de Guayaquil, aseguró que la historia le dará la razón a la Revolución Cubana.
HOMENAJE A FIDEL EN LA CAPILLA DEL HOMBRE
por Pedro Martínez Pírez
De muchos países del mundo llegan noticias sobre los actos que se preparan para rendir homenaje a Fidel Castro, quien el próximo 13 de agosto cumplirá 90 años de edad, algo que significará un trago amargo para aquellos que participaron en más de seiscientos intentos de magnicidio que desde 1959 se organizaron contra el líder histórico de la Revolución Cubana.
Tampoco será noticia agradable para aquellos periodistas y políticos que en la última década y desde Miami anunciaron muchas veces, porque también lo deseaban, la muerte de Fidel.
Y aunque como nos dijo José Martí la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida, Fidel está vivo y continúa lúcido, como lo demostró durante su reciente participación en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en abril pasado en La Habana.
Y uno de los homenajes más emblemáticos a Fidel tendrá lugar en Quito el próximo viernes, en la Capilla del Hombre, la obra magna de Oswaldo Guayasamín, que fue inaugurada el 29 de noviembre de 2002, tres años y ocho meses después del fallecimiento del Pintor de Iberoamérica.
Pero en la inauguración de la Capilla del Hombre estuvo Fidel Castro acompañado por el inolvidable presidente venezolano Hugo Chávez, confirmando el Comandante cubano su lealtad al artista ecuatoriano para el cual posó en cuatro ocasiones a lo largo de su vida.
Y fue precisamente Oswaldo Guayasamín y su familia ecuatoriana quienes, en agosto de 1988, en la casa del Maestro y con la presencia de numerosos invitados a la toma de posesión del presidente Rodrigo Borja, iniciaron las celebraciones de los cumpleaños de Fidel, entonces el número 62, pero convertidas luego en una tradición por los hijos y otros familiares del pintor.
Guayasamín dijo que Fidel Castro era un volcán en permanente erupción, pero un volcán de sabiduría y de ternura. Y el líder histórico de la Revolución Cubana aseguró que su amigo Guayasamín era el hombre más noble que había conocido en su vida, y le reconoció como el profeta del porvenir.
Por eso no tiene nada de extraño que la Fundación Guayasamín, la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” y otras instituciones del Ecuador, celebren el próximo viernes en la Capilla del Hombre el 90 cumpleaños de Fidel, quien en su primera visita al país, el 4 de diciembre de 1971, en la ciudad de Guayaquil, aseguró que la historia le dará la razón a la Revolución Cubana.